Unidad y organización ciudadana para construir democracia
3 minutos de lecturaEsteban Ramírez Zepeta
La Dra. Teresa González Luna Corvera, investigadora en el Instituto de Investigaciones en Innovación y Gobernanza de la Universidad de Guadalajara, fue Consejera Electoral y Presidenta de la Comisión de Capacitación Electoral y Educación Cívica del Instituto Federal Electoral, escribió en su investigación “Democracia y formación ciudadana” apoyándose en el maestro Fernando Savater que los demócratas no surgen de las piedras naturalmente, como las flores silvestres; hay que cultivarlos, regarlos. Los griegos tenían claro que la paideia, (el proceso de crianza de los niños, entendida como la transmisión de valores como saber ser y saberes técnicos, como saber hacer, inherentes a la sociedad).
era una parte imprescindible de la democracia; que precisamente, la democracia es, ante todo, una máquina de crear demócratas, si no está perdida. Para crear esos demócratas hay que formarlos, dar unos principios elementales, hay que aprender a discutir y discutir mientras se enseñan los principios. La formación ciudadana tiene la gran tarea de promover los valores de la autonomía personal, la cooperación social y la participación, dotando a los ciudadanos y futuros ciudadanos de las competencias cívicas y capacidades necesarias para el ejercicio pleno de sus derechos.
El reto es despertar en la ciudadanía el interés o la vocación de participar en la vida pública. Desde la convicción de que la formación de los ciudadanos capaces de asumir un papel activo en la sociedad acompaña necesariamente las transformaciones democráticas, el desempeño de las instituciones y la renovación de la cultura política de las sociedades, es posible imaginar y pensar en la capacidad transformadora de la educación y sus potencialidades democratizadoras para el país. Una de las características de la democracia es que siempre busca un futuro mejor y contiene, en sí misma, las palancas para su perfeccionamiento y profundización. De ahí que es sensato apostar por la capacidad transformadora de la educación y sus potencialidades democratizadoras para el país, toda vez que en la formación ciudadana reside, en medida significativa, la posibilidad de contar con ciudadanos que aporten al desarrollo de la democracia y la hagan funcionar, capaces de intervenir e influir efectivamente en ella y con un interés sostenido por la vida pública en el curso del tiempo, y a la vez dispuestos a formular y gestionar sus demandas por los cauces institucionales y resolver los conflictos en el marco del Estado de derecho”.
Esta lectura me lleva a reafirmar mi propuesta de que debemos prepararnos para paticipar en política, por ello creo en la capacitación como camino de los cambios, a través del diálogo, discusión y debate.
Creo en una gran tarea de formar ciudadanas libres, defensoras de causas de la mujer como la paz, el crecimiento profesional, la igualdad de oportunidades y la completa erradicación de la violencia en contra de niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres. Creo en la formación de ciudadanos comprometidos con la verdad y el respeto a los derechos y libertades. Varones de bien que sirvan con respeto e igualdad al lado de las mujeres.
El estado de Veracruz es dinámico, lleno de grandes contrastes, retos y oportunidades, su población es política por naturaleza, por sus condiciones geográficas, demostrando en la historia con hechos que defendió la libertad, soberanía y la justicia con gran heroísmo. El valor de nuestra gente es enorme porque siempre está dispuesta a enfrentar las adversidades con valor y heroísmo.
Hoy no es la excepción, ante el reto de vivir una nueva realidad y sobrevivir en medio de una pandemia que debemos enfrentar con valor, sin miedo, solidaridad, dispuestos para apoyarnos entre nosotros mismos como una comunidad madura.