Sobre el deber militar de defender las libertades.
4 minutos de lecturaDespués de las recientes protestas y el conflicto de Seguridad Pública que estalló en la nación norteamericana, tras la ejecución de George Floyd, las diferencias políticas y militares no se hicieron esperar.
En una desafortunada ocurrencia y mal asesorado, Trump consideró invocar la Ley de Insurrección para contener las protestas.
En caso de disturbios los gobernadores norteamericanos pueden solicitar al Gobierno el envío de tropas militares en apoyo a las fuerzas de seguridad pública. Aunque la normativa federal, de 213 años de antigüedad, la puede invocar el Presidente sin la solicitud de un gobernador.
Normalmente prefieren a la Guardia Nacional para estos casos porque pueden desempeñar legalmente funciones policiales, mientras que los militares no. De acuerdo a una ley de 1878 que prohíbe al Gobierno usar a las Fuerzas Armadas para actuar como fuerza policial al interior del país.
Así, la Guardia Nacional fue activada por Gobernadores de 31 estados y el Distrito de Columbia para apoyar a las Fuerzas del Orden Público, estatales y locales, y contener los días de protestas.
Más de 40,000 Guardias Nacionales fueron desplegados; brindando por cierto, escenas de humildad en diferentes ciudades estadounidenses, al poner una rodilla al suelo como muestra de respeto y solidaridad ciudadana.
La escalada de tensiones entre el Pentágono y la Casa Blanca, irrumpió en el escenario político, cuando el secretario de Defensa, Mark Esper, se opuso públicamente a la intención de Trump de reprimir las protestas con efectivos militares; declarando: que no apoyarÍa invocar el Acta de 1807, que esa opción es solo un último recurso, en situaciones desesperadas, y que la nación no se encontraba en ese escenario.
“No debí estar ahí” -General Mark Milley.
Estas palabras recibieron elogios de algunos congresistas, entre ellos el senador Lindsey Graham, un firme aliado de Trump. En contraste, la senadora demócrata Tammy Duckworth, veterana de la guerra de Irak, dijo que ver a Milley y Esper “caminar entre el séquito de Trump“ envía “un mensaje aterrador a nuestros soldados —incluidos los soldados negros y morenos—, de que los jefes militares no los protegerán de las órdenes ilegales”.
Militares retirados también se expresaron al respecto, aunque sin mencionar a Milley por su nombre. James Mattis, el exgeneral de Marines y primer secretario de Defensa de Trump, dijo que fue “una foto extravagante del comandante en jefe electo con los jefes militares a su lado”.
El Gral. Mark Milley, Jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU, es el militar de mayor rango en su país y dejó serias reflexiones sobre la relación entre el poder militar y el poder político.
En su último discurso, durante la graduación de la Universidad de la Defensa 2020, citó varios pensamientos de mucho peso. Haciendo referencia a la fotografía que se tomó con Trump, portando su uniforme de combate, en el Parque Lafayette el pasado 1 de junio, para que el presidente posara frente a una iglesia con una Biblia en la mano.
📌 «Mi fotografía en Lafayette Square, la semana pasada, detonó un debate nacional sobre el rol de los militares en la sociedad civil»
📌»No debí estar ahí. Mi presencia en ese momento y ambiente creó una percepción de los militares involucrados en política interna»
📌 «Fue un error del que aprendí. Y del que sinceramente espero que todos podamos aprender»
📌»Debemos atesorar el principio de un Ejército apolítico profundamente arraigado en la esencia misma de nuestra república»
📌 «Estamos aún sufriendo el racismo y tenemos mucho trabajo por hacer»
📌»El racismo y la discriminación, las preferencias estructurales, los patrones de maltrato, las predisposiciones no dichas e inconscientes, no tienen lugar en aquí y no tienen lugar en nuestras fuerzas armadas».
📌 «Las protestas pacíficas significan que Estados Unidos funciona». Nunca desplegamos tropas federales en las calles de EU como resultado de los esfuerzos combinados de la Guardia Nacional y las fuerzas de la ley, en atender la violencia y desescalar una situación muy tensa».
📌 «En el Ejército continuaremos protegiendo los derechos y las libertades de todos los estadounidenses».
📌»Abracen a la Constitución, mantengala cerca de sus corazones. Es nuestra estrella, nuestro mapa a un futuro mejor»
📌 «La libertad de expresión, de prensa, de congregación pacífica, de vivir como se desee, de religión, son libertades esenciales, piedra fundamental de nuestro país; defenderemos estas libertades”.
📌»Reflexionen en lo que han atestiguado durante las pasadas dos semanas y media. Lo que significa para todos como estadounidenses. Nuestras diferencias no nos dividen, nos hacen más fuertes».
Además de reconocer que los afroamericanos han estado marginados de los altos rangos, llamando a enmendar esa situación, su postura pública también refleja el compromiso que cualquier Fuerza Armada, que se jacte de proteger la democracia, debería contener profundamente arraigado en su tradición militar.
El mensaje de los líderes del ejército más poderoso del mundo es claro y contundente. En este año tan convulso, donde la geopolítica juega un papel preponderante, seguro impactará en los ejércitos de otras naciones, o al menos debería.
Las Fuerzas Armadas son para proteger y para el pueblo, si bien son leales a la figura presidencial establecida por la voluntad mayoritaria, deben ser apolíticos.
Juran defender la Constitución, la democracia y su pueblo, que no a la figura personal de ningún presidente, que junto con las fuerzas armadas de cualquier nación democrática están para servir a sus ciudadanos y garantizar su Seguridad Nacional.