Psoriasis Pustular, enfermedad rara terriblemente dolorosa
2 minutos de lecturaA la mayoría de las personas el término Psoriasis Pustular Generalizada (PPG) no les dice absolutamente nada porque no saben lo que es, pero a quienes la padecen les recuerda la agonía interminable del dolor y el ardor por dentro del cuerpo.
Es una enfermedad cutánea rara, crónica y potencialmente mortal caracterizada por los intermitentes y repentinos brotes de pústulas dolorosas.
Quienes la sufren describen su martirio como si la piel ardiera por dentro del cuerpo y dejara ampollas por todas partes, durante varios días, aunado a fiebre, dolor de cabeza, debilidad muscular, cansancio extremo; y lo peor, sensación de quemazón y agrietamiento de la piel, acompañado de un intenso y tortuoso dolor.
Toda esa sintomatología incide negativamente en la calidad de vida del paciente, quien vive una eterna agonía.
La dermatóloga Rosa María Zazueta López resaltó que existen otros tipos de Psoriasis, pero todo hace indicar que ésta es la peor, más agresiva y tormentosa, incluso capaz de generar complicaciones tan graves como para amenazar la vida del enfermo.
Suele aparecer en las personas a partir de los 40 años de edad, preferentemente en las mujeres, y tarde o temprano requerirán hospitalización.
Se estima que en el mundo se presenta en 0.27 a 4.6 personas por cada 10 mil, y la mayoría ignora que la padece, hasta que empieza el sufrimiento y el diagnóstico médico le revela su realidad.
La comunidad médica todavía no determina las causas de la Psoriasis Pustular Generalizada, aunque ya se ha identificado algunos factores como probables causas de los brotes: infecciones del tracto respiratorio, cambios hormonales y/o embarazo, estrés y ansiedad, suspensión de medicamentos esteroides y sobreexposición a la luz solar.
Otro problema es que por su rareza, no sólo el ciudadano común ignora que la padece, sino que la mayoría de los médicos no puede diagnosticarla por no estar familiarizados con sus síntomas, lo que implica pérdida de tiempo y avance de la enfermedad, alertó la dermatóloga.
En el caso específico de México -y de muchos otros países- el paciente se encuentra con la dura realidad de que por lo poco estudiada que está la enfermedad aún no existen terapias específicas y certeras para paliar el sufrimiento del paciente y hallar la causalidad para poder llegar a una cura.
En consecuencia el médico podría dar bandazos que no lleven a una mejoría del paciente y no detengan el sufrimiento, destacó Zazueta López.