Por defender a México, Abraham Lincoln arriesgó su carrera política
3 minutos de lecturaDe acuerdo al profesor Michael Hogan, autor del libro Abraham Lincoln and Mexico, pocos estudiantes estadounidenses hoy recuerdan que México perdió más de la mitad de su territorio, el cual hoy forma parte de su país. Sin embargo, como en todo suceso histórico existen claroscuros y los discursos no son unilaterales.
Éste fue el caso de Abraham Lincoln, quien tras ser elegido como congresista por Illinois por primera vez en 1847, acusó a la Cámara de Representantes y al presidente James Polk de invadir México sin provocaciones.
“Declaran la guerra con engaños, afirmando que sangre americana fue derramada en territorio americano”, afirmó el entonces congresista republicano.
Asimismo, Lincoln planteó que las muertes habían sucedido en territorio mexicano y que Estados Unidos había sido el agresor. Debido a ello, Polk y sus partidarios acusaron a Lincoln de apoyar a los enemigos. Inmediatamente los periódicos apodaron al congresista republicano como “spotty Lincoln” y su popularidad decayó. En 1848, el Partido Whig, al que pertenecía Lincoln, perdió la mayoría en la cámara como consecuencia. Unos años más tarde, el mismo Abraham Lincoln perdió la contienda por el senado.
Otra de las fuguras estadounidenses que se opuso a la invasión de México fue el general Ulysses S. Grant, quien habiendo participado en la invasión, declaró que se trató de la guerra más injusta jamás librada. Posteriormente renunció a su cargo.
También estuvo el caso de Henry David Thoreau, quien escribió su famoso ensayo Sobre la desobediencia civil y fue apresado por negarse a pagar impuestos que serían usados en la guerra contra México. Asimismo, el expresidente John Quincy Adams se opuso fuertemente a la anexión del territorio mexicano.
Abraham Lincoln, el inicio de una amistad con México
En 1861, ya como presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln abrió las puertas al embajador mexicano Matías Romero, en su casa de Springfield, Illinois. El presidente estadounidense dirigió las siguientes palabras al diplomático mexicano:
«Mis sinceros deseos por la felicidad, prosperidad y libertad de usted, su gobierno y su pueblo”.
Después, Matías Romero, el presidente Abraham Lincoln y su esposa forjaron una buena amistad. Cuando Francia invadió México e impuso al emperador Maximiliano, el gobierno de Lincoln suministró ayuda clandestina para apoyar al gobierno de Juárez. Para ello se realizó la firma del Tratado McLane-Ocampo, el cual otorgaba libertad de tránsito a Estados Unidos a través del Istmo de Tehuantepec, sin embargo, el contrato no llegó a la ratificación.
Según Michael Hogan, ambos presidentes tenían mucho en común: los dos eran abogados, republicanos, masones, luchaban por los derechos humanos y combatían fuerzas políticas al interior de sus propios países.
Cien años después de la guerra de Estados Unidos con México, el presidente Harry Truman visitó nuestro país. Durante el acto conmemorativo de 1948, el presidente estadounidense colocó un arreglo floral en la tumba de los Niños Héroes. La muerte de los jóvenes cadetes fue una mancha oscura en la historia estadounidense que el mismo Lincoln reconoció y que Truman ratificó con su gesto conciliatorio.
FUENTE: VANGUARDIA