Negligencia y olvido redujo a chatarra Cañonero Guanajuato
5 minutos de lecturaUna pila de chatarra carcomida por el óxido es lo primero que salta a la vista cuando se dirige la mirada a la bocana del río Jamapa, desde la plaza Banderas de la ciudad de Boca del Río.
Los escombros son todo lo que queda del Buque Cañonero Guanajuato, una embarcación que navegó para la Secretaría de Marina-Armada de México (SEMAR) durante la Segunda Guerra Mundial y que por más de una década se convirtió en un referente turístico para los visitantes que arribaban a Boca del Río.
El ARM Guanajuato C-07 fue dado de baja de la flota de la SEMAR en el 2001 y durante 17 años estuvo anclado en el muelle turístico de la cabecera municipal de esta ciudad, hasta su declive propiciado por una mala gestión de la empresa privada a la que le fue otorgada en comodato y el desinterés de cuatro gobiernos municipales que se desentendieron vigilar el mantenimiento de la embarcación.
En la actualidad es desmantelado debido a que el costo para su rescate escapaba de las posibilidades del ayuntamiento de Boca del Río, que encabeza el presidente municipal panista Juan Manuel de Unánue Abascal, quien recibió la embarcación en condiciones que hacían imposible su uso.
De acuerdo con un dictamen que la Secretaría de Marina hizo en la embarcación, se determinó que era inviable realizar su restauración y recomendó al municipio llevar a cabo su retiro, para comenzar trabajos de dragado en el río Jamapa, ya que en 10 años ninguna autoridad dio este mantenimiento, propiciando la acumulación de sedimentos que afectan la navegación y fluidez del afluente.
Según el propio presidente municipal, en un plazo no mayor a un mes quedará concluido por completo el desmantelamiento del Cañonero Guanajuato, para iniciar con el dragado del río Jamapa y, al mismo tiempo, la remodelación de la plaza Banderas.
NO HUBO INTERÉS EN SU CONSERVACIÓN
La llegada del ARM Guanajuato C-07 ocurrió luego de que el entonces presidente Vicente Fox determinó donar la embarcación al gobierno de Veracruz, como un homenaje a los marinos que dieron su vida a la patria en la invasión norteamericana de 1914.
Aunque esta decisión fue destacada por el gobierno federal y la administración estatal, durante el gobierno de Miguel Alemán no se dio ningún uso al buque, fue hasta después de seis años que decidió llevarse al muelle turístico de la plaza Banderas en Boca del Río.
El exgobernador priista Fidel Herrera Beltrán lo cedió a través de un título de comodato al ayuntamiento de Boca del Río, que era administrado en ese entonces por el exalcalde panista Francisco Gutiérrez de Velasco.
El buque se convirtió enseguida en un atractivo turístico que era bien valorado por turistas. Para sostener su mantenimiento se decidió cobrar un acceso de 40 pesos para abordarlo, con un trabajo museístico que se integró con ayuda de elementos de la SEMAR en retiro, algunos de ellos que fueron tripulantes en algún momento.
Antes de concluir su gestión, el panista Francisco Gutiérrez lo entregó a la Sociedad Ecológica Aqua, Terra Ventus SC, que aprovechó su uso con la apertura como museo flotante y un restaurante a bordo.
La mala gestión de esta empresa llevó al declive de la embarcación considerada emblemática e histórica hasta dejarla en un estado en la que autoridades estatales y municipales valoraron que era inviable costear su rescate.
A pesar de la negligencia de la empresa privada, no hubo ninguna consecuencia legal ni sanción económica, por el daño que hizo a la embarcación que se trataba de un bien público municipal.
ALCALDES TAMPOCO VIGILARON EL MANTENIMIENTO
Desde que se entregó el comodato del buque Cañonero Guanajuato a una empresa privada hasta su desmantelamiento pasaron cuatro gobiernos municipales (2007-2021) y en todos los casos no hubo respuesta oportuna de los presidentes municipales en turno para brindar atención.
Entre estos se encuentra el panista Miguel Ángel Yunes Márquez, que en dos periodos distintos no tuvo interés por intervenir en la embarcación a pesar de que el deterioro era evidente para la segunda vez que ocupó la alcaldía.
La misma situación ocurrió con los alcaldes priistas Salvador Manzur Díaz y Anselmo Estandía, quienes se desentendieron del tema, mientras la empresa privada lo administraba sin invertir en su mantenimiento.
A pesar de lo anterior, no hubo ninguna consecuencia legal para los exediles que permitieron su declive por la omisión en el tema.
Fue el expresidente municipal panista, Humberto Alonso Morelli, quien puso en la mesa el retiro del comodato a la Sociedad Ecológica Aqua, Terra Ventus SC, debido a la negligencia evidente por la falta de mantenimiento, esto en la administración municipal anterior.
Aunque en ese momento se estimaba que se requerían 50 millones de pesos para su restauración, no se realizó dicha inversión y, según autoridades de ese momento, la pandemia de covid-19 impidió realizar las gestiones para su rescate.
Finalmente, el actual presidente municipal, Juan Manuel Unánue, recibió la embarcación inservible. Para cuando ingresó a la alcaldía el buque se encontraba completamente encallado sobre los sedimentos, el óxido en el caso provocó que el agua se filtrara y junto con el salitre hizo imposible su restauración.
EMBARCACIÓN HISTÓRICA
El ARM Guanajuato C-07 participó en la Segunda Guerra Mundial, custodiando buques petroleros en aguas internacionales.
Durante sus 70 años estuvo bajo servicio para la Secretaría de Marina-Armada de México en la guardia de los mares mexicanos, también fue un buque escuela para los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar.
Su peso original era de mil 300 toneladas; sin embargo, se realizaron algunas modificaciones que cambiaron su composición original, ya que era una embarcación impulsada por vapor y fue reconvertida a motor de diésel.
El barco de guerra fue solicitado en 1932 por el Gobierno de México, se construyó en el astillero El Ferrol, en España, de acuerdo con información publicada del ingeniero Carlos Alfaro. La tripulación llegó a ser de 140 personas, entre oficiales y marinería.
Además de la artillería que transportaba su tripulación, el Cañonero Guanajuato contaba con tres cañones Vicker de 102 milímetros.