Miedo y ansiedad: lo que dejó la violencia del Cártel de Sinaloa en Culiacán
3 minutos de lecturaEn Sinaloa, 10 días después de la violenta reacción del Cártel de Sinaloa ante la detención o el intento de detener a uno de los hijos de “El Chapo” en Culiacán, y que desató una violencia nunca antes vista en esa ciudad, tres mil personas salieron a las calles en una movilización que llamaron “Culiacán Valiente”.
El objetivo de esta marcha, reapropiarse de las calles y enfrentar juntos los temores. Se ofreció acompañamiento psicológico para quienes tuvieran síntomas de estrés postraumático.
Viridiana Valenzuela fue una de las psicólogas que ofreció gratuitamente sus servicios luego de la marcha “Culiacán Valiente”.
En los últimos 10 días ha atendido en su consultorio a pacientes con síntomas de síndrome de estrés postraumático.
“Pacientes me han llegado con problemas de ansiedad, muchos de ellos no se podían presentar a trabajar al día siguiente, personas que no pudieron llegar a sus casas esos días y que estaban con la incertidumbre de qué pasaba con sus familiares”, dijo Viridiana Valenzuela, psicóloga.
Una de sus pacientes es Isela, empleada en una oficina en la zona de Tres Ríos. Durante más de cuatro horas presenció las balaceras, los bloqueos y los incendios que provocaron personas armadas.
“Me atemorizo mucho que no podía salir nadie porque mirábamos por las ventanas que los que pasaban les robaban los carros y en una de esas mirábamos que tapaban las calles con los tráileres y después fue lo del incendio”, señaló Isela.
Con el paso de los días, dice, se notó intranquila. Sobre todo, tenía alteraciones en el sueño.
“Sentía muchísimo miedo, me sentía en una guerra, duré como una semana así con inseguridad de salir a la calle y recibí atención psicológica”, añadió Isela.
Para Cristina, cajera en una farmacia, el recuerdo ha sido más duro. Dice que tuvo que correr para ponerse a salvo. Que a su trabajo entraron pistoleros para llevarse vehículos y que, al salir, vio cuatro personas muertas.
“Yo ya iba de salida, un cliente me agarró y me metió para adentro y ya me dice que me meta porque viene una balacera. Entraron y ya uno de ellos se mete a la bodega, y a fuerza quería que le diéramos las llaves de un carro. Yo pensé que ya no la iba contar”, comentó Cristina, cajera de una farmacia.
Estos recuerdos, dice, le provocan llanto y ansiedad.
“A veces de la nada me acuerdo y siento algo en el pecho”, destacó Cristina, cajera de farmacia.
Hay quienes, a pesar de haber presenciado la violencia, todavía no acuden con especialistas.
Ernesto Martínez es reportero y fue testigo directo de los enfrentamientos. Durante más de cuatro horas estuvo en la calle mientras las balaceras se desarrollaron en la zona de Tres Ríos.
“Esta experiencia que tuve yo en los 21 años que llevo como reportero es la más horrible que he vivido”, destacó Ernesto Martínez, reportero en Culiacán.
Diez días después, Ernesto apenas comienza a reflexionar sobre las secuelas de haber cubierto estos enfrentamientos.
“No podía dormir. Si dormía, mis ojos se cerraban, pero mi cuerpo no estaba descansando. Hasta ahora en la mañana que me dijiste que como estaba dije: ¿estrés postraumático? Yo ya había oído hablar de eso, no lo había dicho yo, lo había pensado. ¿No tendré estrés postraumático, por eso no he podido dormir? Y hasta ahora en la mañana dije, ah pues eso es”, compartió Ernesto Martínez, reportero en Culiacán.
“Es muy importante poder exteriorizar lo que sentiste en ese momento y poder trabajar y un profesional canalizar cuál es el problema principal y que tu vida siga siendo lo más normal posible”, dijo Viridiana Valenzuela, psicóloga.
FUENTE NOTICIEROS TELEVISA