Los submarinos nucleares que alarman a China: así es Aukus, la alianza creada para plantar cara a Pekín
2 minutos de lecturaLa alianza conocida como Aukus entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, ha arrojado ya su primer fruto: el ambicioso acuerdo sobre submarinos nucleares que dotará a Camberra de una flota de estas naves, las joyas de la corona para cualquier Armada. El proyecto es de gran calado militar y geopolítico. La presencia de esos sumergibles multiplicará, según han recordado los líderes del trío, el poder de disuasión en Asia-Pacífico de estos aliados. Pero también representa un paso de gigante en la unificación de estrategias y capacidades militares de los tres países. Implica a una potencia regional occidental ―Londres― en el Pacífico y potencia el papel de otra local, Australia. Y demuestra hasta qué punto esta alianza militar, nacida hace un año y medio, quiere contrarrestar el creciente poderío de China.
Pekín ya ha reaccionado con furia a la presentación del pacto, este lunes en la base naval Point Loma de San Diego (California), del presidente de EE UU, Joe Biden; el primer ministro británico, Rishi Sunak, y el jefe del Gobierno australiano, Anthony Albanese. El acuerdo, según China, lleva a los tres aliados “aún más por un camino equivocado y peligroso a causa de sus propios intereses egoístas geopolíticos” y amenaza “la paz y la estabilidad en el Pacífico”. Rusia se ha sumado a las críticas, al declarar que el proyecto “suscita interrogantes sobre la proliferación” nuclear.
Londres, Camberra y Washington defienden el acuerdo, que aseguran que contribuirá a mantener “un Indo-Pacífico libre y abierto”. Aukus prevé expandir su alianza en otros terrenos de defensa, desde los misiles hipersónicos a la inteligencia artificial. Su objetivo es hacer frente a una China que moderniza sus fuerzas a marchas forzadas, pero también responder a las amenazas que perciben de países como Rusia o Corea del Norte.
¿Qué es Aukus, y por qué se ha creado?
La alianza se anunció el 15 de septiembre de 2021 y su nombre es un acrónimo de las iniciales en inglés de cada uno de sus tres miembros. Su objetivo declarado, según indicaba el comunicado de lanzamiento del pacto, es “profundizar en la cooperación diplomática, de seguridad y de defensa en la región del Indo-Pacífico, para enfrentar los desafíos del siglo XXI”. Los tres países prometían entonces “una integración más profunda de la ciencia, la tecnología, las bases industriales y las cadenas de suministro relacionadas con la seguridad y la defensa”.
La declaración de principios no cita a China por su nombre, pero choca de frente con el creciente poderío de Pekín.
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