23 de noviembre de 2024

Clarin Veracruzano

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La sociedad pospandemia del COVID, cambios de comportamiento

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La Sociedad que emergerá como secuela la crisis global del coronavirus Covid 19 tendrá muchos cambios en cada uno de nosotros
La sociedad pospandemia del COVID, cambios de comportamiento

El comportamiento social, las actitudes de las personas y su visión del mundo experimentarán profundos cambios de distinto signo, según una socióloga, que describe algunos de los probables rasgos de la Sociedad que emergerá como secuela la crisis global del coronavirus Covid 19.

A la actual situación, derivada de la pandemia y las medidas para intentar contenerla, con efectos prolongados e intensos en la vida de miles de millones de personas, “podemos clasificarla como globalizadora y predominante, pues el resto de las esferas, sobre todo la económica, quedaron subordinadas a esta nueva realidad«, según la socióloga Alicia Aradilla.

Aradilla combina la sociología y la neurolingüística (disciplina que estudia los mecanismos cerebrales del lenguaje) para asesorar a personas, empresas y organizaciones en el uso de las palabras para generar felicidad.  

«El Covid 19, un virus, de momento, tan mutable como rebelde, nos ha situado en pandemia mundial y protagoniza cada rincón de nuestras vidas cotidianas y de nuestras palabras”, señala. 

Esta pandemia, genera una situación sanitaria, de la que sabremos salir más o menos airosos, y deja muy herido a otro ‘gran paciente’, la Economía, que necesitará un tratamiento multicausal y multidisciplinar, y a la que habrá que humanizar, poniendo, de verdad, a las personas en el centro, apunta.

HABRÁ UNA REORDENACIÓN DE VALORES

Esta reordenación será a nivel colectivo, como está sucediendo con el sector de salud pública, y a nivel individual”, adelanta. 

Aradilla señala que “no cambiarán los valores en sí, sino los criterios de prioridad” y vaticina que “podremos identificar este cambio porque aparecerán nuevos patrones de comportamiento grupal y seremos testigos de un claro proceso de reformulación colectiva”.

CAMBIARÁN  LOS PATRONES DE CONSUMO

Probablemente se marcarán dos grandes extremos. Por un lado, un consumismo, aún más acumulador  y salvaje, y por otro, una orientación real al consumo consciente (local, responsable, ético, más humano)”, señala esta socióloga.  

Como ejemplo concreto señala que “es posible que caiga un poco la moda a visitar lugares lejanos y exóticos, porque lo desconocido ahora, nos provoca más miedo que misterio”.

SE REVALORIZARÁN LAS RELACIONES PERSONALES

En nuestro entorno inmediato, es posible que haya una revalorización de los pequeños placeres cotidianos, como por ejemplo tomar una café en una terraza con un grupo de amigos”.

VARIARÁ LA RELACIÓN CIUDADANOS- ESTADO

Ya se están dando cambios sustanciales” según Aradilla.   

Señala que hasta ahora la ciudadanía, a veces, excesivamente dependiente, depositaba toda la responsabilidad en la estructura del estado, pero esta pandemia “obligo” al Estado a reconocer y recordarle a cada persona su responsabilidad individual y su poder de influencia

Si siguiéramos recordando este poder, pasada la situación crítica actual, habrá más posibilidades real de co-crear el mundo que deseamos. La capacidad autoorganizativa de los distintos grupos de la sociedad civil, lo está mostrando en estos días”, recalca.

AUMENTARÁ LA DESCONFIANZA AL DESCOCOCIDO

A nivel de las relaciones intergrupales, podría subir el nivel de desconfianza entre grupos de personas desconocidas”, señala. 

Explica que “las teorías sociológicas de la gestión del riesgo estaban orientadas al riesgo de tipo simbólico, pero dado que a esta situación de pandemia la percibimos como un riesgo físico, es probable que en el futuro mostremos nuestro lado atávico o arcaico”, aunque reconoce que “en este sentido, el grado de predicción es bajo”. 

COMO AFRONTAR LA NUEVA REALIDAD SOCIAL

Aradilla sugiere algunas claves para afrontar los cambios sociales que caracterizarán a la ‘Sociedad post-Covid 19, como…

Mantener y elevar nuestra cuota de responsabilidad individual en vez de depositar tantas esperanzas en la responsabilidad estructural (administraciones, gobierno, organizaciones empresariales…)

Cambiar la pregunta ¿En qué puedo beneficiarme yo? por ¿En qué puedo contribuir?.  Este cambio requiere un nivel de conciencia que sólo podrán asumir las personas con inteligencia emocional media y alta.

No tomar una postura de victimismo, porque además de que no será escuchada, ya que “hay mucho que hacer”, hará que la persona pierda la oportunidad de desarrollarse a partir de esta experiencia tan insólita.

Conectar con nuestra resiliencia, es decir nuestra capacidad de vivir una experiencia traumática, superarla  y salir reforzados de esa experiencia, con más aprendizajes y recursos.

Desarrollar nuestras habilidades conversacionales, ya que en estos momentos inéditos y excepcionales de cero contacto físico, nos queda la palabra, para mantener  y cuidar nuestros vínculos sociales y relaciones personales.

Ser conscientes de que, como individuos, somos muy poderosos y podemos poner ese poder al servicio del Bien Común.

FUENTE: VANGUARDIA

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