LA HACIENDA DE PASO DE LAS VARAS (MUNICIPIO DE PUENTE NACIONAL)L.C.C. Mario Jesús Gaspar Cobarruvias
8 minutos de lecturaSe encuentra ubicada en la cabecera del municipio de Puente Nacional, a una distancia de aproximadamente 820 metros al noroeste del Puente Nacional. Los edificios sobrevivientes del casco fueron edificados en el siglo XIX sobre un promontorio a 111 metros de altura sobre el nivel del mar (msnm), desde donde se divisa a unos 44 metros al oriente, la calzada del antiguo camino real de México a Veracruz reconvertida en la Carretera Libre desde la década de 1930. Por su lado occidental, a 120 metros de distancia, se distingue el gran río de La Antigua, cuyo tramo por la zona de Puente Nacional y Rinconada es conocido como el río de los Pescados.
El origen del nombre de la hacienda no ha sido clarificado con seguridad, pero dada la costumbre española de denominar «pasos» a los vados o sitios de baja profundidad para cruzar entre dos orillas, es muy posible que se refiera al vado que se señala como existente frente la casco de la hacienda, en el plano de Puente Nacional y sus caminos, trazado por el ingeniero A. Díaz en 1865 o alguno de los otros que se sabe también existían. El apelativo «de las varas» podría referirse posiblemente a una vegetación de fuertes carrizos en la orilla o a la costumbre de usar varas largas para facilitar el cruce del río a pie.
La zona entre la hacienda y el Puente Nacional se conocía como La Ventilla desde el siglo XVI, y entró en la historia de México, cuando a partir del 19 de febrero de 1803, se otorgó a los comerciantes del Consulado de Veracruz, radicados en el puerto y en Xalapa, la autorización para abrir su propio camino real entre Veracruz y Perote, modernizando las obras ya existentes y en La Ventilla levantar un gran puente que uniese el nuevo tramo de Santa Fe-Paso de Ovejas con el viejo de La Antigua-Paso de Varas-Paso Gallinas y El Muerto.
El casco de la hacienda comienza a aparecer en los planos mexicanos a partir de 1820 y en algún momento entre 1833 y 1837 es comprada por el presidente Antonio López de Santa Anna, para que fuese no solo una casa de campo, sino también un punto de vigilancia y comunicación táctica con las dos fortificaciones que dominan desde lo alto a la misma hacienda: por el sur, a unos 727 metros y a 104 de altura, se divisan los parapetos de la batería de cañones llamada Atalaya de la Concepción. Y por el sureste, a 662 metros y 99 de altura, se distingue el polvorín -a veces llamado fortín en los informes militares- del Rey D. Fernando VII. Ambos puestos militares controlan a su vez, visualmente y con artillería, el cruce del río por el Puente Nacional, que fue por muchas décadas, el único paso seguro de estas aguas bravías entre Veracruz y Xalapa.
Santa Anna en 1825 había comprado en 1825 la hacienda de Manga de Clavo y en los años siguientes hasta 1844, continúo aumentando su patrimonio con la adquisición de numerosos ranchos, tierras de pastura, las haciendas de Los Ojuelos del Chico, Boca del Monte, Santa Fe y El Encero. La de Paso de Varas fue de importancia secundaria en su esquema comercial y agrario, pero sí como puesto para controlar el tráfico del camino real redirigiéndolo para sus propios intereses. Se considera por las dimensiones del conjunto arquitectónico y los testimonios de la época, que Paso de las Varas fue más bien una casa de campo para el descanso, pero con los limites gigantescos de una hacienda de importancia.
En la Mapoteca Manuel Orozco y Berra existe un plano sin autor trazado hacia 1850, después de la invasión norteamericana, donde se detallan los limites reconocidos en el Departamento de Veracruz, de las haciendas de Manga de Clavo y Paso de las Varas, todavía en propiedad del general Santa Anna. La segunda se extendía a lo largo de decenas de kilómetros siguiendo el margen del río La Antigua hasta la zona de San Francisco (hoy Ciudad Cardel) y abarcaba las tierras de Zempoala, llegando hasta el Golfo de México en la barra de Chachalacas, Después llegaba hasta el río Juan Ángel cruzándolo por el Paso de Doña Juana. Continuaba tierra adentro hasta el pueblo principal de Actopan y giraba en las proximidades de Palo Gacho y Rinconada, para regresar y cerrar este polígono irregular en el Puente Nacional. De su hacienda hermana de Manga de Clavo, solo le separaba el corredor de 17.3 kilómetros del territorio del pueblo de Paso de Ovejas, partiendo desde las Lomas de Tolome y finalizando en el mismo Puente Nacional.
El casco de la hacienda en el siglo XXI, forma un conjunto arquitectónico con un área de 4.176 metros cuadrados y el avanzado estado de destrucción y deterioro que presenta, apenas permite apreciar vestigios que ayuden a determinar el estilo arquitectónico presente. En su mejor momento, antes de 1847, podría haber tenido elementos del estilo neoclásico propios de la época y muy presentes en la región.
El estado lamentable en que se encuentra se debe a una combinación de factores adversos: al igual que la hacienda de Manga de Clavo, fue objeto de destrucción y saqueo por parte de los Voluntarios del ejército norteamericano, cuando este tomó por asalto el Atalaya de la Concepción el 9 de septiembre de 1847 y posteriormente ocuparon el poblado. Todo esto lo dejó escrito el soldado John R. Kenly en su libro MEMORIAS DE UN VOLUNTARIO DE MARYLAND publicado en 1873. El saqueo no se limitó al mobiliario del recinto, sino a los muros en una frenética búsqueda de un tesoro.
Esta espiral de desastre no se detuvo, pues estando Santa Anna ausente por exiliarse de México, la propiedad quedó abandonada, apenas cuidada por un mayordomo. Se fue arruinando, al grado que, para 1855, cuando Paso de las Varas y Manga de Clavo fueron confiscadas por el gobierno triunfante de la Revolución de Ayutla en el Estado de Veracruz, solo tenían valor por la extensión de las tierras y su potencia para la ganadería. En 1866, el general Santa Anna quiso hacer valer sus derechos y venderlas, haciéndolo a un súbdito inglés conocido como Mister Warral, más continuaron en manos del gobierno.
Para 1950, a pesar de los estragos de la Revolución Mexicana (1910-1920) y los violentos conflictos agrarios y religiosos posteriores, los edificios de Paso de las Varas continuaron en pie, siendo indudable que pasaron por periodos de ocupación humana pero sin llegar a tener el mismo esplendor que en la época de Santa Anna. En este periodo y hasta finales del siglo XX, fue muy frecuente que los admiradores y reinvindicadores de la memoria política del general Santa Anna, creyesen que este recinto era la legendaria Manga de Clavo, donde Santa Anna acumulaba el oro que le llegaba desde la Ciudad de México.
Este mito fue fomentado por algunos pobladores, escritores e incluso, ya bien avanzada la segunda década del siglo XXI, por quienes hacen política con la historia. Pues la hacienda de Manga de Clavo, situada en las afueras del pueblo de Vargas, junto al camino hacia San Julian, ya ha prácticamente desaparecido, quedando solo unos cimientos y muchos relatos que son claramente fantasías sobre el general Santa Anna, pues no tienen ningún fundamento histórico que les avale. Incluso el pozo que está en el área, ha sido cargado de mitos, como decir que no tiene fondo y que tiene un túnel, lo que ya ha causado accidentes e intoxicación mortal a los imprudentes que se arriesgan por creer en esto.
Los buscadores de tesoros con sus detectores de metal y personas que buscan salir de la pobreza sin importar el precio y a través de un golpe de suerte, han sido otra de las causas para la decadencia material de lo que queda de esta hacienda: agujeros en las paredes, perforaciones en los muros que delimitan el perímetro y profundas excavaciones en el área del patio, son muestra de esta moderna depredación.
Finalmente, en 2015 se canceló un proyecto que ya estaba en marcha, donde colaboraban el municipio de Puente Nacional con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). Lo poco que hizo fue el aplanado de los muros, re-nivelado y cimentación del inmueble. Se colocaron parcialmente una serie de vigas y lozas para el techado. Sin recursos para su restauración, lo que sobrevive de la hacienda de Paso de las Varas, está sujeto al deterioro progresivo por el paso del tiempo, la acción de las fuerzas naturales y la avaricia humana tras hipotéticos tesoros.
- El autor es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Veracruzana, técnico en informática, diplomado en historia del arte prehispánico, colonial y moderna, así como profesor de cómputo, historia, geografía, investigador y explorador independiente en historia. Fundador y director del equipo de Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México (EXESCR), fotógrafo profesional, diseñador gráfico, artista visual y conferencista a nivel estatal. Ha sido galardonado dos veces con la medalla y diploma de honor de la Institución de la Superación Ciudadana del H. Ayuntamiento de Veracruz, entre otros muchos reconocimientos a su trayectoria profesional. Desde hace una década ha investigado la historia, arquitectura, ingeniería, geografía, flora, fauna y meteorología de los antiguos caminos mesoamericanos, coloniales y mexicanos, así como de las poblaciones que los atraviesan a lo largo de cientos de kilómetros en decenas de municipios en México, dirigiendo innumerables expediciones documentales y de investigación.
BIBLIOGRAFÍA:
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FUENTES ELECTRÓNICAS:
CONACULTA CANCELA RESCATE DE EX HACIENDA DE SANTA ANNA; PUENTE NACIONAL NO APORTÓ RECURSOS, Mario García García, enero 29 de 2015, Plumas Libres:
https://plumaslibres.com.mx/…/conaculta-cancela…/