John Williams, 52 veces nominado a los Oscar por bandas sonoras
5 minutos de lecturaJohn Williams (Nueva York, 1932), flamante ganador del Premio Princesa de Asturias de las Artes ex aequo con su homólogo italiano Ennio Morricone, es el autor de cualquier banda sonora grabada en la memoria colectiva de varias generaciones.
No en vano es el autor vivo con más nominaciones a los Oscar de la historia: 52, todo un récord, la última, por el episodio IX de la saga «Star Wars: The Rise of Skywalker» (2019). Logró llevarse cinco en 62 años de carrera.
Capaz de volverse eterno con solo dos notas, las que marcan la banda sonora de «Jaws» que aterrorizaron a sus espectadores durante décadas por lo que traían a su memoria en un acto reflejo, también es el autor de auténticas oberturas sinfónicas, como las que inician la saga de Star Wars o Indiana Jones.
¿Quién no ha tarareado ‘si yo fuera rico dubi-dubi-dubi-dubiduuu’?. Ese fue su primer Oscar, por la banda sonora que adaptaba la música de Jerry Bock para llevar del teatro al cine «Fiddler on the Roof» (1971). Fue en su tercer intento: con 34 años optó por primera vez a los premios de la Academia de Hollywood con «Valley of the Dolls» (1967) y con 35 por «Goodbye, Mr. Chips«.
Nacido en Nueva York, su padre era un percusionista de jazz que le animó a tocar el trombón aparte del piano, que era su favorito, pero el joven Williams decidió aprender también a tocar la trompeta y el clarinete.
En 1952, fue reclutado para las Fuerzas Aéreas de EU donde se ocupó de la banda militar; casi en los 60 comenzó a componer bandas sonoras para series de televisión, sobre todo, comedias, y así llegó a «How to Steal a Million» (1966), protagonizado por Audrey Hepburn y Peter O’Toole. Pero lo que silbaba la gente era la música de la popular serie «The Virginian«.
Pero su primer éxito clamoroso fue la imponente banda sonora de «The Poseidon Adventure» (1972), que le llevó a que las empresas cinematográficas le encargasen un aluvión de músicas para películas de catástrofes.
Es imposible enumerar las bandas sonoras que ha compuesto para cine y televisión; como ejemplo, es uno de los pocos autores que registran más de cuatrocientas entradas de títulos en la página especializada de datos fílmicos por internet IMDB.
Pero Williams, que se bregó al piano junto a Goldsmith, Bernstein o Mancini, no es solo un compositor «neorromántico», como se ha resumido a veces su estilo; su fama le viene, precisamente, de su versatilidad y permeabilidad al jazz o la música para piano o sinfónica, pasando por estilos populares o folclóricos.
Uno de los momentos decisivos de su carrera fue en 1974, cuando el novato Steven Spielberg le contrató para componer la música de su primer filme importante, «The Sugarland Express«; ya nunca dejaron de ser amigos y Williams escribió para él aquellas dos notas míticas («Jaws«, su segundo Óscar).
Spielberg le recomendó entonces a otro amigo, George Lucas, que necesitaba un compositor para su película épica espacial, «Star Wars«.
Williams utilizó una gran orquesta sinfónica (la de Londres), como se hacía en la época dorada de Hollywood, y creó unos sonidos que ya son parte de la historia; de hecho, la música de «Star Wars» vendió más de 4 millones de copias y se convirtió en la banda sonora sinfónica más vendida de la historia. Fue su tercer Óscar.
Durante los siguientes años, compuso las bandas sonoras de películas como «Close Encounters of the Third Kind» (1977), «Superman» (1978), «1941» (1979) y «Jaws 2» (1978), y después, hizo la banda sonora de «The Empire Strikes Back» (1980), segunda parte de la saga Star Wars, donde aparece la famosa Marcha Imperial que identifica a Darth Vader. También hizo la música de «Return of the Jedi» (1983).
Después vino «E.T., The Extra-Terrestrial» (1982), que fue su cuarto Oscar, y «Schindler’s List» (1993), el quinto. Compuso también música para la saga «Indiana Jones» y «Parque Jurásico«, la inolvidable banda sonora de «Memoirs of a Geisha» (2005) o la tres primeras películas de la serie de Harry Potter. Williams es autor de la música de más de cien películas.
También ha creado sinfonías y conciertos para flauta, violín, clarinete, viola, oboe, chelo y tuba y ha compuesto por encargo para varias orquestas.
En 1980 fue nombrado director de la Boston Pops Orchestra, de la que se retiró en 1993, y mantiene relación con otras muchas orquestas, como la Boston Symphony y la Filarmónica de Nueva York.
Cuenta con títulos honorarios de varias universidades, la Orden Olímpica del COI, veinticinco premios Grammy, cuatro Globos de Oro y siete BAFTA, la Medalla Nacional de las Artes (EU, 2009) y, entre otros, el AFI Life Achievement Award del American Film Institute, 2016), que recayó con él por primera vez en un compositor.
John Williams: los títulos más recordados del rey de las bandas sonoras
A sus 88 años, John Williams sigue en un espléndido estado de forma. Es la persona viva con el mayor número de nominaciones a los Oscar, con un total de 52, la última obtenida el año pasado por «Star Wars: The Rise of of Skywalker«. Pero su música va mucho más allá de las galaxias.
Ganador de cinco estatuillas de la Academia («Fiddler on the Roof», «Jaws», «Star Wars», «E.T.» y «Schindler’s List»), el sello de Williams siempre estará asociado al cine de Steven Spielberg, ya sea en su vertiente más comercial o a través de su mirada más íntima.
Es el rey de las bandas sonoras en Hollywood, capaz de pasar de la comedia («Home Alone«) a la fantasía («Hook«), del cine de desastres («The Poseidon Adventure«) a la ciencia ficción («A.I. Artificial Intelligence«). Sus melodías son, al fin y al cabo, parte de nuestras vidas.
– «Star Wars» (1977). Posiblemente la banda sonora más célebre de la historia. Y para algunos, la mejor, tal y como proclamó el Instituto Americano del Cine (AFI) en 2005. Suenan las primeras notas de la creación, entre el sonido épico de trompetas y violines, y el espectador se embarca hacia un nuevo mundo que lleva más de 40 años emocionando a distintas generaciones. Emociona a cada escucha.
– «Superman» (1978). Si el mundo creyó que el hombre podía volar, fue en parte gracias a la fuerza de la composición de Williams. El cómic se hizo carne gracias al ingenio de Richard Donner y el carisma de Christopher Reeve, pero la música de Williams convirtió la cinta en algo inolvidable y constantemente recordado. Para muchos, sigue siendo la obra a batir dentro del género de superhéroes.
FUENTE. VANGUARDIA