Guardado de titular y Lainez se queda en la banca en el triunfo del Betis
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SEVILLA.- El Espanyol perdió por 0-1 en su visita al Betis y se hunde sin remisión como colista de Primera, incapaz de acercarse a una salvación que ahora tiene a 8 puntos, tras un partido gris en el que el equipo de Alexis Trujillo aprovechó la debilidad de su rival para tomar oxígeno y alejarse del descenso.
Tras una primera parte de escasa calidad, aunque de mas dominio local, en la segunda pronto el central Marc Bartra puso el 1-0 de cabeza a la salida de un córner botado por Sergio Canales, y desde ahí el Betis controló bien ante un Espanyol sin recursos para al menos forzar el empate, ni tan siquiera en una clarísima del chino Wu Lei cuando se moría el partido.
En un Villamarín vacío por el protocolo contra la pandemia y en el estreno de Alexis Trujillo, tras pasar del despacho al banquillo bético por la destitución de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, se medían dos equipos muy necesitados, acuciados por su mala situación en la tabla, en especial el Espanyol, colista a 8 puntos de la salvación.
En el Betis, obligado a ganar por primera vez tras el parón, Alexis reforzó su defensa con el marroquí Zou Feddal como tercer central junto al argelino Mandi y Marc Bartra, en el único cambio respecto a la derrota en Bilbao (1-0) frente a los seis del técnico espanyolista, Abelardo Fernández, con bajas atrás por las sanciones de Bernardo y Cabrera y, de salida, con Raúl de Tomás suplente.
Andrés Guardado, también fue titutal en el corazón del campo, tidando por la izquierda, mientras que el otro mexicano, Diego Lainez salió a la banca, aunque no tuvo oportunidad de salir a la cancha.
El choque arrancó con el Espanyol animado en ataque, queriendo rentabilizar la velocidad de Adriá Embarba y de Víctor Campuzano para conectar con el argentino Jonathan Calleri, lo que propició la primera ocasión en un mano a mano en el que el joven canterano no controló bien ante Joel Robles.
Sin embargo, los verdiblancos, motivados para revertir su mala situación -a 8 puntos del descenso- y una temporada calificada esta semana como «fracaso» por su presidente, Ángel Haro, se adueñaron pronto del juego, con el argentino Guido Rodríguez, Guardado y Sergio Canales mandando en el centro del campo, y pudieron abrir el marcador.
Mandi pudo hacerlo a los 8 minutos, pero, totalmente solo dentro del área, desaprovechó la ocasión al cabecear defectuosamente un centro, y también el francés Nabil Fekir poco antes de la parada para la hidratación a la media hora, aunque su buen lanzamiento de falta lo detuvo sin apuros Diego López.
Ambos equipos mantuvieron una fuerte pugna en la medular en un choque competido y con pocas opciones de gol con el Betis llevando más la iniciativa, pero sin mucha profundidad, y el Espanyol a la espera de cazar una buena contra, como la que malogró Calleri a 5 minutos del descanso, al llegar rápido Mandi y despejar a córner.
En el vestuario, Alexis debió aleccionar a sus pupilos ante la falta de chispa y la primera mitad mediocre y sin ideas ofensivas firmada por su equipo, lo que le dio sus frutos en la reanudación, ya que el Betis salió al campo con más intensidad y concentración.
Así, a los 3 minutos, el Betis materializó en el 1-0 la primera que tuvo: un cabezazo de Bartra en un córner que botó Canales y en el que colaboró Iturraspe, muy blando al saltar ante el catalán en el primer palo, y aunque Campuzano, el más incisivo de los pericos, replicó pronto, en el 50, remató con la zurda al lateral de la red.
Tras un aviso de Fekir, Abelardo reaccionó con tres cambios de una tacada. No le quedaba otra. Con su equipo hundido, deprimido después del gol, refrescó el medio campo con Óscar Melendo por Iturraspe y renovó por completo el ataque con el chino Wu Lei y Raúl de Tomás, baja en las dos últimas jornadas por lesión, por Calleri, muy perdido y lento, y Campuzano, que lo intentó siempre.
Aún así, al Espanyol, muy tocado anímicamente, le costó un mundo calibrar su brújula y hallar la vía para hacer daño a los locales, y aunque quiso rebelarse, su respuesta fue estéril, tremendamente insuficiente ante un Betis que, sin brillantez alguna, dispuso de un par de ocasiones en tiros de Fekir para ampliar su renta.
FUENTE: VANGUARDIA
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