‘Gran error, declarar terroristas a cárteles’
2 minutos de lecturaARIZONA, EU.- El analista político Javier Osorio señaló que catalogar a los cárteles mexicanos del narcotráfico como organizaciones terroristas, como ha dicho que quiere hacer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sería un “gran error”, entre otras cosas, porque produciría “más violencia”.
“Designar una organización como terrorista es un mensaje poderoso, hacer este tipo de declaraciones persigue un impacto emocional y de apoyo popular, pero con consecuencias negativas tanto para México como para Estados Unidos”, dijo Osorio, profesor adjunto de la Escuela de Gobierno y Política Pública de la Universidad de Arizona (UA).
Osorio señaló que si se llegara a aprobar finalmente esta medida sería un “dolor de cabeza” administrativo, político y judicial tanto para México como para Estados Unidos.
El también fundador de la Academia de Análisis de Seguridad, especializada en el Triángulo Norte de Centroamérica, encuadró esa declaración de intenciones hecha por Trump en el programa de radio del conservador Bill O’Reilly dentro de su campaña para las próximas elecciones presidenciales.
“Es consiente de que los mensajes de odio y agresión son bien aceptados por sus votantes, ya que lo colocan como un líder que combate el crimen”, subrayó.
Sin embargo, dijo, “esta medida no será efectiva porque no reducirá la violencia, se incrementará el abuso de los derechos humanos y todo lo relacionado con el terrorismo tendrá repercusiones de doble victimización”.
Trump justificó la necesidad de declarar a los cárteles de la droga como terroristas en la matanza de nueve integrantes de una familia mormona, los LeBarón, seis de ellos niños, perpetrada a principios de noviembre en el estado de Chihuahua, cerca de la frontera con Estados Unidos.
Osorio indicó que cuando una organización es declarada “terrorista” se activan “mecanismos y recursos financieros y militares” con el fin de combatirla y “combatir el crimen organizado con violencia genera más violencia contra el Estado y la población”.
FUENTE: VANGUARDIA