Estatuas del poeta Díaz Mirón y «Niños Pescadores», te contamos su historia
3 minutos de lecturaEn 1955 se inauguró la estatua del poeta veracruzano Salvador Díaz Mirón en el crucero de la avenida Díaz Mirón y la calzada Simón Bolívar, dos años después del centenario de su natalicio.
Allí iniciaba o terminaba la avenida que hasta los primeros años del siglo 21 era un referente de la ciudad de Veracruz, por sus características urbanas de una avenida amplia pero con historia y una gran población arbórea y de aves que conjugaba historia, urbanismo y naturaleza, que además era un paseo para caminar sin asolearse, escuchar el canto de aves canoras y respirar el aire todavía no tan contaminado.
Casi 6 décadas después, en el 2009 se habló de un proyecto de tren ligero que recorrería el camellón de esa avenida y paseo, que no prosperó.
Casi 6 décadas después, en el 2009 se habló de un proyecto de tren ligero que recorrería el camellón de esa avenida y paseo, que no prosperó.
De hecho, la estatua es casi invisible allí, sobre el camellón de la icónica avenida, y así la recuerda el investigador de temas históricos, Ricardo Cañas Montalvo.
«Era una glorieta muy hermosa, estaba sobre una base en forma de hemiciclo, por ambos lados tenía unos altorrelieves; en la parte de adelante estaba el poema dedicado ´A Gloria´, del propio Díaz Mirón.
«Era bellísimo porque estaba rodeado por unas especies de bancas que estaban en semicírculo y estaban hechas de una piedra volcánica de de color negro, perfectamente tallada e inclusive tenía forma de asiento para sentarse y disfrutar, porque tenía fuente», señaló Cañas Montalvo.
Cabe señalar que en el imaginario jarocho, un grupo de taxistas presionó al ayuntamiento de Veracruz durante las administraciones de Carolina Gudiño Corro y Ramón Poo Gil para la extinción de esa huella histórica y cultural de Veracruz.
Niños Pescadores
Otro conjunto escultórico removido fue el que se encontraba en el crucero de la avenida Salvador Díaz Mirón y Tuero Molina, frente a la Central de Autobuses, el Auditorio Benito Juárez y el Parque Cri Cri.
Oficialmente se llama Los Niños Pescadores, pero ningún jarocho lo llama así y desde hace varias décadas se refieren a él como los ´Niños Miones», porque simulaban a niños orinando.
También fue retirado de ese crucero y trasladado hace años a la avenida Ignacio Allende Norte, donde concluye el Puente Allende.
El estar confinados ese conjunto escultórico en un punto poco transitado por peatones y además solitario, favoreció a la delincuencia y poco a poco fueron desapareciendo las estatuas, al punto de no quedar más allá de un par o un trío.
Cañas Montalvo lamentó que en Veracruz el patrimonio artístico se reduzca cada vez más.