El transitar de Venustiano Carranza por Puebla
4 minutos de lecturaEl 29 de diciembre de 1859, en la población de Cuatrociénegas, entonces perteneciente a Nuevo León y hoy al estado de Coahuila, nació Venustiano Carranza Garza.
Fue un político, militar y empresario mexicano que participó en la segunda etapa de la Revolución mexicana como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista tras el asesinato de Francisco I. Madero. Derrocando al gobierno dictatorial de Victoriano Huerta, fue el encargado del Poder Ejecutivo desde el 14 de agosto de 1914 hasta el 30 de abril de 1917 y presidente de México de manera constitucional de 1917 a 1920.
Poco antes del amanecer del 21 de mayo de 1920, el presidente Venustiano Carranza fue asesinado en la población de Tlaxcalantongo, perteneciente al municipio de Xicotepec, en la Sierra Norte de Puebla. Su deceso ocurrió en una choza humilde. Entonces, Tlaxcalantongo no era un pueblo, ni una aldea. Era una ranchería de 40 o 45 chozas cogidas entre la montaña, que se levantaba por la izquierda, y el borde del precipicio, que caía por la derecha. El Barón de Cuatrociénegas fue el segundo y último presidente de México asesinado en funciones.
Quien fuera en varias ocasiones presidente municipal de Cuatro Ciénegas y jefe político de Monclova, ganó las elecciones presidenciales de 1917 y asumió el cargo el 1 de mayo de ese mismo año como presidente constitucional.
Luego de una serie de traiciones y vicisitudes, Carranza comienza una huida en 1920 con el tesoro de la nación. Tras estar presente en la ceremonia conmemorativa a la Batalla de Puebla de 1862, acuerda con su equipo trasladar la sede de la presidencia de México a Veracruz, única opción que les quedaba ante las rebeliones que se presentaban en el sur y en el norte del país.
El 7 de mayo de 1920, el presidente abandona Ciudad de México rumbo a Veracruz en el tren El Dorado. Se organizó un convoy enorme para ir a esa entidad. Carranza estaba convencido de que se trasladaba a Veracruz como gobierno completo. No quería dar la imagen de que estaba huyendo.
Decidió conservar la presidencia y establecer una nueva sede del gobierno federal y para eso se llevaba a los tres poderes y el tesoro nacional. El 14 de mayo de 1820, el convoy presidencial es atacado en San Francisco Aljibes, Puebla, y el presidente de México se convierte en un personaje que huye ante la imposibilidad de llegar a Veracruz para establecer su gobierno.
En el ataque, la vía del ferrocarril fue levantada. El convoy fue detenido y ya no podía avanzar. Fue atacado por las fuerzas de Guadalupe Sánchez, el jefe de operaciones militares en Veracruz. En él confiaban para asentarse.
La opción de instalarse en Veracruz tuvo que desecharse. Ahí, los planes de Carranza cambian y comienza la fuga con lo que, se dirige a la Sierra Norte de Puebla en busca de recibir apoyo. En su comitiva había dos hombres que conocían muy bien la geografía física y política: Luis Cabrera, nativo de Zacatlán; y luego su hermano, el gobernador de Puebla, Alfonso Cabrera, quien era médico.
Otro hombre es Francisco de P. Mariel Herrero, quien había sido jefe de operaciones en la región y conocía los destacamentos militares. Sin embargo, el avance de Carranza hacia la Sierra Norte fue lento por las rancherías. Por indicaciones de Mariel Herrero llegaron hasta Tlaxcalantongo.
Tras el ascenso por los cerros y cañadas, llegaron a eso de las cinco de la tarde y como a las seis, después de asegurarse en cuál jacal estaría el presidente, Mariel solicitó retirarse.
Junto a Carranza, durmieron algunos civiles; los militares se alojaron en otros jacales. Cerca de las tres y media de la mañana fueron despertados por gritos acompañados del ruido de las balas.
Estaban siendo atacados en la oscuridad de la noche. El ataque se centró en la parte trasera del jacal en el que dormía Carranza y en la esquina en la que estaba acostado. Minutos después de iniciada la balacera, Venustiano Carranza moría.
Fermín Galicia Carriedo, cronista de la demarcación ubicada en la zona central de Puebla, cerca de la estación del tren La Rinconada, comentó que el Tesoro de la Nación venía en el tren presidencial y existe la creencia que se perdió o fue enterrado en algún lugar de la región.
De forma adicional, una mesa y sillas que venían en el tren fueron rescatadas y ahora se encuentran en el Salón de Cabildo de de Mazapiltepec de Juárez. La tradición asegura que la mesa fue el escritorio de Venustiano Carranza; sin embargo, se desconoce la función que en realidad tenía.
Fuente: milenio