El papa Francisco cumple 84 años en un aniversario marcado por la pandemia de coronavirus
4 minutos de lecturaEl pontífice continuará con su agenda normal de trabajo y no tendrá contacto con los fieles, a diferencia de años anteriores que coincidieron con audiencias públicas
El papa Francisco cumple hoy 84 años y, como es habitual, no habrá celebraciones oficiales y seguirá con su agenda normal de trabajo, que incluye reuniones con algunos miembros de la Curia.
En este octavo cumpleaños como pontífice, marcado por la pandemia de coronavirus, no tendrá contacto con los fieles, como ha ocurrido en otros aniversarios que coincidieron con audiencias u otros actos y en los que Francisco recibió obsequios de los asistentes.
Uno de los primeros en saludar al papa fue el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte. “Mis mejores deseos, Papa Francisco. Seguimos con el mayor respeto su compromiso con una Iglesia de proximidad, siempre atenta a las necesidades de los más pobres, los más frágiles, los más pequeños”, escribió el jefe de Gobierno.
Por su parte, el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, felicitó a Jorge Bergoglio a través de una carta en la que destacó que en estos momentos tristes y trágicos por la pandemia el pontífice “no ha fallado a nadie”.
“Personas de diferentes religiones, o que no profesan ninguna, en momentos de prueba y soledad han podido sentir constantemente el apoyo y el aliento del papa”, afirmó.
En cumpleaños anteriores, Francisco ha recibido cartas, correos y telegramas de felicitaciones desde todos los rincones del mundo, además de llamados del papa emérito Benedicto XVI.
Durante los últimos años, el papa no ha dejado de pedir que recen por él y también ha mostrado su deseo de tener una vejez “tranquila, religiosa, fecunda y gozosa”, tal y como expresó durante una Misa con los cardenales en diciembre de 2016.
Bergoglio, nacido en 1936, hijo de inmigrantes piamonteses, tiene pasión por la música, en particular por la Ópera, que seguía en la radio cada sábado por la mañana, y por el fútbol.
Estudió y aprendió varios oficios y luego se graduó como técnico químico, pero el horizonte de su vida cambió y en 1958 entró en el seminario para realizar su noviciado entre los Padres Jesuitas. Fue en este período cuando una enfermera salvó su vida al convencer a un médico para que le administrara la dosis correcta de antibiótico para tratar una pulmonía.
En 1969 fue ordenado sacerdote. Ese día, su abuela Rosa le entregó una carta, dirigida a todos sus nietos. El joven Jorge Mario la guardaba en el breviario: “Tengan una vida larga y feliz. Pero si en unos días el dolor, la enfermedad o la pérdida de un ser querido los llenan de desesperación, acuérdense que un suspiro ante el Tabernáculo, donde está el mártir más grande y venerable, y una mirada a María, que está al pie de la cruz, podrá dejar caer una gota de bálsamo en las heridas más profundas y dolorosas”.
En 1973 fue nombrado provincial de los jesuitas de Argentina; en 1992 recibió la ordenación episcopal y el 28 de febrero de 1998 fue designado arzobispo de Buenos Aires, primado de Argentina. En el consistorio del 21 de febrero de 2001, Juan Pablo II lo creó cardenal.
El 13 de marzo de 2013 Bergoglio se convirtió en el primer Papa jesuita y proveniente del continente americano, además de ser el primero en elegir el nombre de Francisco, como el Santo de Asís que se preocupó por los pobres, los últimos, los enfermos y las criaturas de la Tierra, las mismas preocupaciones que marcan su pontificado.
CON INFORMACIÓN DE EFE Y EUROPA PRESS