Baja 5.9% la población que gana hasta un minisalario
3 minutos de lecturaLos fuertes incrementos que ha tenido el salario mínimo desde 2017 no han precarizado la estructura salarial del país, sino, por el contrario, se ha observado una disminución de la proporción de personas que gana hasta un minisalario.
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que, en el cuarto trimestre de 2022, el 31.6% de la población ocupada ganaba hasta un salario mínimo, proporción que ha venido cayendo paulatinamente desde 2014, cuando a inicios de ese año era de 37.5% (una diferencia del 5.9%).
Quienes han aumentado su participación han sido los que ganan entre 1 y 2 salarios mínimos, pues en el periodo de referencia pasó de 30.5% a 35.1 por ciento.
Por su parte, el resto de los rangos salariales se ha mantenido relativamente estable en los últimos ocho años, con 9.3% de los ocupados que ganan entre 2 y 3 salarios mínimos; 3.8% para los que ganan entre 3 y 5 salarios mínimos, y 1.5% para quienes ganan más de 5 salarios mínimos.
Esta medición la realiza el Inegi a partir de la metodología de salarios mínimos equivalentes, que consiste en expresar el salario mínimo de cada año en función de adquirir la misma cantidad de bienes y servicios que se compraban con el salario mínimo de un periodo base.
Los datos del Inegi muestran que, de no realizar este ajuste por el poder adquisitivo del salario mínimo, y dado los incrementos del mismo, la escala salarial del país año con año registraba una precarización.
Así, quienes ganaban un minisalario pasaban de 13 a 30.7% de los ocupados en ocho años, y quienes ganaban más de cinco salarios mínimos pasaban de 6.9 a 1.5% de los ocupados.
Condiciones críticas de ocupación
Otro indicador que refleja la utilidad del uso de los salarios mínimos equivalentes es la tasa de condiciones críticas de ocupación.
Esta tasa incluye a las personas que trabajan menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales y ganan hasta dos salarios mínimos.
Así, al revisar la serie histórica desde 2014, y usando los salarios mínimos equivalentes, se observa que esta tasa se ha reducido de 34.3% de los ocupados hasta 30.4% en el último trimestre de 2022, una reducción neta de 3.9 puntos porcentuales en ocho años.
Sin embargo, cuando no se utiliza el ajuste por salarios mínimos equivalentes, la historia del mercado laboral mexicano es distinta: la tasa de condiciones críticas pasaba de 11.6 a 29.1% de los ocupados en ocho años, es decir casi que se triplicaba la proporción de ocupados en estas condiciones.
Aclaración del Inegi
El Inegi aclara que, por construcción, los indicadores de la ENOE que involucran a la población ocupada, u otra variable clasificada en rangos de salarios mínimos, son sensibles a los cambios en dichos salarios, por lo que la comparación más precisa resulta a partir del ajuste con salarios mínimos equivalentes, cuyo periodo base es enero de 2022.
En 2019 y los años subsiguientes, los aumentos en los salarios mínimos fueron significativamente por encima de la inflación, por lo que el Inegi emitió una nota en mayo de 2019 que advertía a los usuarios sobre la comparabilidad temporal de la información de la población ocupada clasificada en salarios mínimos nominales y de toda la información en la que se involucra al salario mínimo nominal”, apuntó el organismo.
Por eso, el instituto, a cargo de Graciela Márquez, implementó el salario mínimo equivalente, “cuya medición busca corregir el sesgo en la comparabilidad en el tiempo de la información estadística clasificada en términos de salarios mínimos nominales, tomando como referencia el salario mínimo de un periodo base, actualizado con el nivel general de precios”.
Por: Paulo Cantillo
Fuente: MSN