Aunque Gobierno de AMLO asuma deuda, Pemex no se salva
4 minutos de lecturaDe acuerdo con Reforma, si el Gobierno federal asumiera la responsabilidad de la deuda de Pemex, eso no terminaría de resolver por completo la compleja situación financiera de la empresa.
Según el documento: “Las 12 preguntas frecuentes de Pemex”, de Bank of America (BofA), sería en vano que el Gobierno apoyara aún más a la petrolera asumiendo su deuda mientras no cambie las prácticas que han contribuido a su deterioro.
«Después de recibir casi medio billón de dólares en ingresos por impuestos fiscales en la última década por parte de Pemex, México entiende que los inversionistas internacionales esperarían que el Gobierno asumiera la responsabilidad de las obligaciones de Pemex.
«El cómo lo harían es otro tema de debate, pero asumir la deuda o alguna garantía por ello podría ser el método más limpio. No obstante, el asumir la responsabilidad de la deuda de Pemex no resolvería los problemas de Pemex ni de México», consideró BofA.
Agregó que Pemex debe realizar cambios estructurales para que cualquier apoyo del Gobierno sea realmente efectivo. «Pemex podría seguir generando pérdidas si continúa con el mismo estilo de gestión histórica, exceso de empleados y alta estructura fiscal.
«México podría tener un respiro antes de inyectarle más capital a Pemex, asumiendo que pudiera aprovechar el mercado de capitales, pero si los cambios estructurales mencionados no se dan, Pemex se encontraría en el mismo lugar que hoy», expuso.
Según la institución, hay un precedente de que México asumió la deuda de Pemex en la década de los 80, cuando reestructuró las obligaciones del País y de la empresa bajo las mismas condiciones.
Según el documento, el año pasado Pemex pagó 22 mil millones de dólares de impuestos al Gobierno federal, el más importante el Derecho de Utilidad Compartida, que representa entre 85 y 95 por ciento de lo que cubre cada año.
Otro tema planteado en el documento es el de altos costos de Pemex, que incluyen mayores costos de producción. Sin embargo son los operativos los que preocupan a BofA.
«La compañía tiene una estructura de costos muy altos y las ventas del crudo han sido el principal generador de capital. Casi todas las demás divisiones, incluido el negocio de la refinación, pierde dinero», expuso.
También cuestionó el nivel operativo de las seis refinerías, que están en deterioro, con una operación menor a 50 por ciento de su capacidad. Recomendó utilizar parte de la inversión destinada a Dos Bocas para la reconfiguración de todo el sistema, o incluso comprar una refinería en Estados Unidos. Agregó que Pemex debe realizar cambios estructurales para que cualquier apoyo del Gobierno sea realmente efectivo.
«Pemex podría seguir generando pérdidas si continúa con el mismo estilo de gestión histórica, exceso de empleados y alta estructura fiscal.
«México podría tener un respiro antes de inyectarle más capital a Pemex, asumiendo que pudiera aprovechar el mercado de capitales, pero si los cambios estructurales mencionados no se dan, Pemex se encontraría en el mismo lugar que hoy», expuso.
Según la institución, hay un precedente de que México asumió la deuda de Pemex en la década de los 80, cuando reestructuró las obligaciones del País y de la empresa bajo las mismas condiciones.
Según el documento, el año pasado Pemex pagó 22 mil millones de dólares de impuestos al Gobierno federal, el más importante el Derecho de Utilidad Compartida, que representa entre 85 y 95 por ciento de lo que cubre cada año.
Otro tema planteado en el documento es el de altos costos de Pemex, que incluyen mayores costos de producción. Sin embargo son los operativos los que preocupan a BofA.
«La compañía tiene una estructura de costos muy altos y las ventas del crudo han sido el principal generador de capital. Casi todas las demás divisiones, incluido el negocio de la refinación, pierde dinero», expuso.
También cuestionó el nivel operativo de las seis refinerías, que están en deterioro, con una operación menor a 50 por ciento de su capacidad.
Recomendó utilizar parte de la inversión destinada a Dos Bocas para la reconfiguración de todo el sistema, o incluso comprar una refinería en Estados Unidos.
FUENTE: VANGUARDIA