Afloran vestigios arqueológicos en la ruta del Tren Maya
5 minutos de lecturaDos mil 187 puntos con vestigios arqueológicos han sido detectados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en los tramos de Palenque a Escárcega y Escárcega a Calkiní, tras la revisión del 40 por ciento de la ruta del Tren Maya con tecnología LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging, por sus siglas en inglés), de los cuales ubicaron 12 focos rojos que requerirán una exploración arqueológica minuciosa in situ y que iniciará en diciembre próximo.
Así lo confirma Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador Nacional de Arqueología, quien adelanta que la dependencia evalúa la apertura de cuatro nuevos sitios de la cultura maya en el marco del Tren Maya. Se refiere a Nadzca’an, Tankah, Ichkabal y uno de los dos sitios recién detectados en Candelaria, así como la ampliación de Chichén Itzá, Palenque y Tulum.
Nadzca’an es un sitio que comparte características con los sitios que están en la reserva de Calakmul, es un espacio cívico religioso (data del año 250 al 1000 d.C.) que está cerca de Calakmul y se ubica casi a orilla de carretera. Así que la ruta del tren pasará muy cerca. Hace años lo visité, tiene numerosas estelas en su interior y varios grupos arquitectónicos. En algún momento estuvo abierto a la visita pública, pero por conservación no se consolidó”, explica Sánchez Nava.
Otro sitio considerado es Ichkabal, en Quintana Roo, al poniente de la laguna de Bacalar con una superficie de 30 kilómetros cuadrados, donde han registrado estructuras masivas de hasta 46 metros de altura y es señalado como un importante centro político de la región.
Además, abunda, el INAH estudia la posibilidad de abrir uno de los cuatro sitios ubicados en la zona de Candelaria, el cual deberá consolidarse antes. “Es otra zona para su eventual apertura en el primer tramo de la ruta, pero necesitará una exploración de gran calado”.
¿Cuántos espacios arqueológicos importantes han detectado con el LIDAR?, se le pregunta. “Puedo hablar de los dos primeros tramos. En el primero, de Palenque a Escárcega, se han detectado cuatro sitios con características monumentales; y en el de Escárcega a Calkiní, hay ocho con edificios de características monumentales. Pero esto no debe asustarnos, sabíamos que iba a ocurrir”.
¿Podría ampliar? “No podría dar las coordenadas, pero son 12 espacios importantes en los dos primeros tramos. Hemos avanzado en dos sitios del primer tramo, donde hemos contabilizado 90 estructuras en uno y 40 en otro”.
¿Ya fueron resguardados? “Están resguardados en el papel, pero tenemos que ser discretos porque en los hechos no tienen ningún nivel de seguridad. Así que la gente intentará acercarse, por curiosidad, y preferimos dejarlos así, que ya están protegiéndose en tanto hay notificación y acuerdo con Fonatur de que éstos se van a cuidar”, agrega.
¿Hay edificios monumentales? “Sí, de más de 10 metros de altura, los cuales forman plazas y conjuntos. Además, se han localizado áreas habitacionales donde, seguramente, habrá enterramientos y espacios domésticos. Así que excavaremos. Sin embargo, no son ciudades en un sentido estricto, sino grupos de estructuras que forman conjuntos armónicos. Sí son lugares relevantes y nuestra obligación es señalarlo ante los desarrolladores de la obra para buscar la mejor estrategia que no incida en costos, tiempos y nos permita avanzar en el conocimiento arqueológico”.
¿Qué hay en los más de 2 mil puntos registrados? “No hablaría de dos mil monumentos porque es engañoso, sino donde hay desde un metate hasta un montículo o una estela, pero en cada caso se realizará un análisis formal. Vale la pena señalar que, desde la antigua ruta del tren, afectó a algunos de éstos. En ese caso, haremos exploraciones para obtener información y hacer trabajos de conservación y preservación, pues, aunque fueron afectados en un primer momento, no los vamos a dejar a la deriva”, reconoce.
PALENQUE Y TULUM
Sánchez Nava también habla sobre las zonas arqueológicas que serán ampliadas a partir de la puesta en marcha del Tren Maya.
Otra tarea que nos toca como INAH es el trabajo de consolidación y mejoramiento de algunas características de infraestructura en las 30 zonas que tendrán incidencia de la ruta, las cuales ya están abiertas al gran público, para recibir un mayor número de visitantes derivado de la circulación del tren en toda esta región”.
¿En qué zonas se prevé la ampliación?, se le inquiere. “Debemos estar preparados para recibir un mayor número de visitantes. Obviamente en Chichén Itzá, Palenque y Tulum, que son algunas de las más importantes, porque tendrán un mayor número de visitantes. Así que deberemos abundar en la oferta para tener nuevas áreas exploradas de acceso al visitante”.
¿Qué tanto se ha modificado el trazo del tren? “La primera versión que conocimos se ha modificado notablemente. Pensemos en ese tramo que iba de Valladolid (Yucatán) y que cruzaría por Cobá para llegar a la Riviera Maya, pero cuando se vio la densidad de sitios arqueológicos se hizo del conocimiento de Fonatur y se optó por mandar el tren más al norte, sobre una carretera ya existente. Ahí hubo un cambio radical”.
¿Cómo jerarquiza los hallazgos? “Hay más de 150 kilómetros en los tramos 1, 2, 3 y 4 con semáforo verde, es decir, sin vestigios; un semáforo amarillo que requiere algún trabajo de conservación; uno naranja, que plantea varias opciones”, que plantea la modificación del trazo o el salvamento arqueológico y la recuperación de información sistemática para que cruce el tren.
Y el semáforo rojo, como en estos 12 sitios mencionados, donde explicamos que es inviable el trazo. Entonces Fonatur hace los ajustes y se busca una alternativa. Digamos que se va haciendo filigrana en estos espacios, y sí hemos encontrado comprensión en la gente de Fonatur”, apunta.
¿Qué viene para el resto del año? “Consolidar la información de los tramos 3 y 4, y obtener la información LIDAR de la costa de Quintana Roo y de Chetumal a Escárcega, es decir, falta la revisión de los tramos 5, 6 y 7 e iniciar los trabajos de excavación en los puntos con semáforo rojo”, concluye.