Por altas temperaturas, urge replantear producción de alimentos, sugiere investigadora
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Ante las altas temperaturas que se han registrado en años recientes, particularmente en el mes actual, Yareni Perroni Ventura, investigadora del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la Universidad Veracruzana (UV), destacó que es importante repensar los sistemas de producción de alimentos y de construcción del hábitat inmediato, redimensionando la arquitectura urbana para enfrentar esta problemática.
La también Coordinadora de la Cátedra Mujeres en la Ciencia y la Tecnología, consideró que los árboles pueden ser usados como protectores térmicos del suelo y con ello regular la temperatura regional, además de evitar la pérdida de reservorios de agua, aumentando el confort térmico de los habitantes.
Con base en lo anterior, planteó que la incorporación de cultivos y áreas arboladas en ciudades podría constituir una estrategia para ayudar a disminuir los efectos de las altas temperaturas tanto en la salud humana como en la producción de alimentos.
Estudiosa de la biogeoquímica del suelo y del ecosistema de ambientes naturales y transformados, así como de la ecología urbana, Perroni Ventura mencionó que la temperatura es una condición que influye en procesos biológicos como la descomposición de la materia orgánica, la circulación y la biodisponibilidad de los nutrientes en el suelo.
La temperatura, junto con la disponibilidad de agua, determina en gran medida el funcionamiento de los ecosistemas y el balance de los ciclos biogeoquímicos; cuando ésta supera los 42° C en el suelo, la asimilación de nutrientes por las plantas –como el fósforo y el nitrógeno– se reduce, y la producción de enzimas y otros procesos de transformación de nutrientes en los cultivos se ven comprometidos y con ello la fertilidad del suelo, apuntó la investigadora.
Recordó que como todos los sistemas vivos, el ser humano tiene rangos óptimos de temperatura para subsistir; sin embargo, en días recientes se han llegado a registrar temperaturas superiores a los 40° C, y en algunos puntos se han alcanzado los 50° C. “Ya estamos sufriendo un poco” y de continuar en ascenso, muchos procesos biológicos se podrían ver comprometidos.
Por lo anterior, la investigadora del Inbioteca dijo que es necesario establecer medidas en conjunto para mantener los rangos óptimos de temperatura, y reflexionar en torno a cómo se plantean las ciudades y los sistemas de cultivo, a los que se debe incorporar mayor cobertura vegetal en los ecosistemas transformados, y fomentar el uso de árboles como protectores térmicos.
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