Lucha libre es cultura y educación, no solo golpes: Narciso Martínez
2 minutos de lecturaEl luchador y entrenador xalapeño Narciso Martínez Meléndez es un apasionado de la lucha libre, disciplina que le ha dado muchas satisfacciones, pues ha logrado alcanzar lo que muchos desean: la inmortalidad, gracias al respeto y constancia, pero sobre todo el amor al arte del pancracio.
Actualmente cuenta con 67 años de edad y 52 años en la lucha libre, tiempo suficiente para ser considerado pilar importante de este deporte que en México tiene historia eterna escrita por legendarios luchadores como el propio Caballero Negro, una leyenda viviente.
¿Dónde comparte sus conocimientos Narciso Martínez?
Los conocimientos que tiene ahora los comparte en la Escuela de Lucha Libre el Soberano de la Arena Xalapa; en ese lugar los martes, miércoles y jueves a las 16 horas a sus alumnos les brinda todo lo que aprendió.
Narciso Martínez se dio un espacio y compartió datos interesantes que las personas no conocen de este deporte, uno de ellos es que la lucha libre es cultura y educación, porque dice que el practicante adquiere “constantancia, firmeza y valor de hacer las cosas, primer paso para ir formado la educación”, explicó.
Como entrenador, a sus alumnos siempre, “les inculcó el respeto, la convivencia y el afecto a los demás, bases muy importantes no solo para ser un buen luchador, también ser mejor persona”, comentó.
Luego de explicar lo que los jóvenes aprenden con sus clases, abrió su corazón y explicó un poco la pasión que siente por la lucha libre, disciplina que para él significa todo, pues dice que si volviera a nacer una vez más la practicaría, porque ha recibido mucha satisfacción.
Caballero Negro entrena a jóvenes desde 1980 en la Arena Xalapa, también en los lugares que ha estado, por lo que conocedores, lo consideran un formador natural de niños, niñas, jóvenes y adultos a quienes en cada momento los motiva a alcanzar sus sueños como gladiador.
Su camino tiene muchas esquinas, muchos cuadriláteros, pero sobre todo muchos triunfos que lo colocan como uno de los mejores luchadores de la época dorada de la lucha libre no solo en Xalapa, sino a nivel nacional.
Anteriormente se llamó Hermes, el dios olímpico mensajero, de los viajeros y las fronteras, pero luego cambió a Caballero Negro, nombre que se tatuó en el carazón y que está en el mente de aquellas personas que lo han seguido siempre.
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