#ENTREVISTA Ante primeras alertas de acoso o abuso, padres y docentes deben actuar: Psicóloga
2 minutos de lecturaBasta con que el niño se sienta acosado o abusado escolarmente para que las autoridades escolares deban tomar cartas en el asunto y atender el caso antes de que se convierta en un problema con graves consecuencias, aseguró Mireya Hernández Romero, directora general de Yolohimiyotl AC, Psicóloga y Abogada.
En entrevista para Oliva Noticias Córdoba, explicó que como padres de familia tienen que identificar cuando el niño es víctima de acoso escolar, con señas como el dormir mucho o poco, comer en exceso o pérdida de apetito, además de que se aíslan del círculo familiar.
Cuestionada de la forma en que se atiende el bullying, recordó que en las instituciones educativas existen protocolos sustentados en la Constitución y los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, en los que se aclara que se debe levantar la queja de forma escrita, hacer del conocimiento a los padres, así como la forma en la que se solucionará, ya sea ante la legalidad o dentro del plantel, dependiendo de la gravedad del caso.
Mireya Hernández reiteró que el niño puede y debe informar a su docente si se siente acosado, abusado e incluso excluido de la comunidad escolar, lo que debe ser suficiente para que el maestro plasme en acta el reporte, pues de lo contrario cae en una omisión que pudiera hacer que el problema escale a grados graves.
En el caso de quien lleva a cabo el bullying, el victimario, la Psicóloga aclaró que muchas veces son niños que sufren maltrato en casa; «porque un niño que vive sano, con amor y comunicación, que puede hablar de una manera natural de lo que siente y lo que le está pasando, es un niño sano».
Aseguró que la violencia entre padres o ambientes insanos muchas veces es la que el pequeño traslada a la escuela. A lo anterior, agregó que la pandemia remarcó este y otros problemas para la niñez.
Finalmente la directora general de Yolohimiyotl AC aseguró que es prioritario que padres y docentes sean corresponsables de asegurar que los niños gocen de una vida libre de violencia, por lo que están obligados a ver los cambios que sufren quienes padecen bullying y tomar cartas para atenderlos.