Bullying, un problema de salud pública; sugiere Sipinna a docentes no ser omisos
2 minutos de lecturaEn casos de bullying, aunque la violencia suceda fuera de la escuela, si esta se genera dentro del plantel, también es responsabilidad de autoridades escolares, aseveró Sara Gabriela Palacios Hernández, Secretaria Ejecutiva de Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) en Córdoba.
En entrevista para Oliva Noticias Córdoba, y cuestionada sobre los diversos casos de acoso escolar que se han registrado en Veracruz y el país, advirtió que es importante que docentes conozcan los protocolos de atención para no caer en omisión.
Para Sara Gabriela Palacios, los padres deben estar conscientes del bullying y concientizar a los niños sobre la importancia de detectarlo y atenderlo; no pensar en que están solos, pues se pueden acercar a diversas instituciones en busca de ayuda, dado que esto ya es un tema de salud pública.
Luego de acotar que tras diversas legislaciones se logró ver al menor no como objeto de protección sino sujetos de derecho, explicó que desde la Sipinna Córdoba, se ha trabajado de cerca con la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) en busca de evitar cualquier caso de bullying.
«Hay un protocolo aprobado desde 2019, está la Ley 303 de qué es el abuso infantil, con todas la reglas que tienen los profesores para llevar este tipo de situaciones».
Lamentó que los docentes muchas veces se justifiquen en el trabajo o la falta de participación de los padres para no atender los casos de acoso, por lo que se sigue trabajando para reafirmarles que son parte del problema si no atienden las denuncias al respecto.
«Creo que mucho tiene que ver las carencias emocionales», destacó la funcionaria respecto de las razones posibles para que se haya recrudecido el bullying en las escuelas.
Consideró que como padres, deben estar pendientes del desarrollo social de los niños en la escuela, tanto si son abusados o son abusadores, «como padres sabemos lo que tenemos en casa».
Tanto el abusado y el abusador son un reflejo de casa, por lo que como padres no pueden ser negligentes y permitir que los niños «resuelvan» solos sus relaciones con otros menores.
Justificó que aunque los padres tengan que trabajar, lo que los pequeños requieren es tiempo de calidad para atender temas emocionales y darles soporte, a lo que se agrega que dejarlos al cuidado de los aparatos electrónicos los convierte en huérfanos tecnológicos, incapaces de manejar sus emociones.