México tiene un déficit de más del 50% del agua pactada con EE. UU., informa Comisión de Agua
4 minutos de lecturaEl Tratado de Aguas Internacionales entre México y su vecino del norte estipula que el país latinoamericano tiene que enviar 938 millones de metros cúbicos de agua provenientes del río Bravo al país vecino cada cinco años y para este quinquenio no ha entregado ni la mitad de esa cifra.
“Estamos 535 millones de metros cúbicos por debajo del volumen comprometido”, declaró José Gutiérrez Ramírez, funcionario de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), el 7 de febrero cuando fue cuestionado por medios locales sobre el déficit en la deuda hídrica que el país azteca tiene con Estados Unidos.
México no ha cumplido en totalidad con el envío de agua a su país vecino. Tenía que entregar 938 millones de metros cúbicos a Estados Unidos en enero de 2023, sin embargo, solo ha entregado 407 millones de metros cúbicos a la fecha. El país tiene hasta 2025 para llegar a la meta quinquenal estipulada en el tratado.
Estados Unidos envía anualmente 1.850 millones de metros cúbicos a México después de acordar una reducción del 8% en 2022 en el contexto de la sequía del río Colorado, manto acuífero de donde proviene el agua que es enviada al vecino del sur.
Ramírez explica que las entregas de agua en este ciclo se han dificultado debido a que «las condiciones fueron muy adversas en la cuenca del río Bravo. El segundo año fueron 296,3 millones. Hubo lluvias que permitieron reducir el déficit en las entregas y actualmente, en el tercer año del ciclo, se han entregado 36 millones”.
Aunque México envía significativamente menos agua al gigante norteamericano que la que recibe de él, en años recientes ha existido una gran dificultad por cumplir la cuota, esto a raíz de las olas de sequía que han azotado el territorio, especialmente al norte del país.
La crisis por el agua
Las entregas del recurso desde territorio mexicano se dan en el marco de grandes movilizaciones de agricultores y pueblos originarios en defensa del agua.
En Chiapas, decenas de personas se conglomeraron el 5 de febrero para exigirle al Gobierno nacional la protección de los mantos acuíferos de la región. El agua es no solo un recurso vital para los seres humanos, también representa una parte central de la cosmovisión de los pueblos indígenas del sur del país, una forma de vivir que se ve amenazada por la crisis.
En las protestas, se expresaron inconformidades contra industrias productoras de refrescos y cervezas, empresas inmobiliarias y críticas al Tren Maya, mega proyecto estandarte del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el verano de 2022, Monterrey -la segunda ciudad más poblada del país- padeció una sequía extrema que dejó sin agua a más de cinco millones de personas en una zona que puede llegar a más de 40 ºC.
Las reservas de agua de la ciudad llegaron a límites históricos, con poco menos del 5% de su capacidad en uso. Expertos apuntaron a la sobreexplotación del recurso y la falta de gestión eficiente del mismo.
«Ya estamos en una crisis climática extrema», dijo Samuel García, gobernador del estado de Nuevo León, cuando fue cuestionado por la sequía que enfrentó su jurisdicción. Ahora, la situación es relativamente estable en esta parte del territorio, pero México continúa siendo uno de los países latinoamericanos con mayor estrés hídrico según datos del World Resources Institute.
Sobreexplotación y desigualdad
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 24% de los hogares mexicanos no tienen suministro de agua diario en un país donde la industria manufacturera de bebidas azucaradas, frituras y cerveza consume 133.000 millones de litros de agua anualmente.
Empresas como Coca-Cola consumen agua de todos los estados de la República Mexicana, según sus propios datos corporativos en sus declaraciones de huella hídrica junto a información de Conagua.
El consumo no solo es desigual entre las industrias y los habitantes del país.
Según Greenpeace, en la Ciudad de México, las zonas marginadas económicamente experimentan que el 11% de sus habitantes no disponen de agua entubada, mientras que en las viviendas de ingresos más altos, apenas el 0,1% de los hogares tienen estas dificultades.
Uno de los desafíos principales en la agenda del futuro para México es el agua. Al ser uno de los países con mayor riesgo de colapso hídrico en la región, la responsabilidad de proteger este recurso se le atribuye tanto al sector público como al sector privado.
Fuente: