Sedena oculta contratos de Pegasus, software para espionaje
2 minutos de lecturaLa Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) niega a los ciudadanos la existencia de contratos relacionados con empresas que vendieron el programa Pegasus en México, aunque sí los tiene en sus archivos.
Una serie de solicitudes de transparencia presentadas por la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) demostró el ocultamiento del Ejército
R3D solicitó a Sedena contratos y documentos asociados con la empresa Comercializadora Antsua, parte de la red de empresas que vendió el programa de espionaje en México.
El Ejército negó tener los papeles.
Sin embargo, la organización obtuvo vía transparencia un oficio donde Sedena le respondió a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que sí tenía esos documentos.
Los auditores estaban revisando contratos del Instituto Nacional de Migración (INM) con la misma empresa, por lo que pidieron datos a Sedena.
El Ejército reconoció que sí tenía los contratos y demás documentos, pero no los entregó a la ASF alegando razones de seguridad nacional. Solo se envió una cadena de pagos por los servicios contratados.
El contrato con Comercializadora Antsua que el Ejército no ha querido transparentar corresponde a 2019.
Oficialmente, no se conoce la razón o el servicio adquirido, pero se reporta que fue por poco más de 139 millones de pesos.
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) conoció el asunto porque R3D presentó un recurso de revisión al recibir la negativa de Sedena.
Pese a múltiples solicitudes de organizaciones como R3D, el Ejército se ha negado a transparentar los contratos de Pegasus.
Sin embargo, el hackeo a servidores de la Sedena permitió conocer un poco más de los datos que no se quieren transparentar.
Las revisiones a los documentos de #SedenaLeaks obtenidos por el colectivo Guacamaya dejan ver que existe, por lo menos, un expediente completo de la contratación del “Servicio de Monitoreo Remoto de Información” con Comercializadora Antsua.
Además, dos archivos marcados como “oficios mortales” describen la existencia del expediente, que contiene las facturas, un dictamen técnico y un acta de incumplimiento.
A lo largo de los años se ha documentado la existencia de este tipo de contratos, junto con los abusos en el uso de Pegasus, el programa diseñado para perseguir a criminales que se ha utilizado en México contra activistas, políticos y periodistas.
Sin embargo, pese a la exigencia de organizaciones de la sociedad civil, el Ejército sigue sin transparentar los documentos y el uso del espionaje.
fuente: vanguardia