Mis mejores deseos para usted y su familia
3 minutos de lecturaEsteban Ramírez Zepeta
En medio de una pandemia de coronavirus que no termina de iniciar y no inicia por terminar, con la noticia de qué en Europa y en especial en Gran Bretaña, surgió una nueva cepa del coronavirus, como resultado de una mutación acelerada, haciendo que toda esperanza de vacuna, quede en segundo lugar; nuestra capacidad de entendimiento está sujeta a la dimensión de una realidad que jamás imaginamos.
Siempre ha sido motivo de análisis científico, el hecho de considerar las múltiples posibilidades de extinción de la vida en el planeta tierra. La ciencia ficción ha sido rebasada por la realidad, por lo tanto tenemos que estar preparados ante cualquier circunstancia de crisis venidera, a la que sin duda nos tendríamos que enfrentar si se incrementan los contagios o sobrevienen nuevos tipos de virus en el planeta.
Narra el filósofo coreano Byung-Chul Han, que “la pandemia vuelve a hacer visible la muerte, que habíamos suprimido y subcontratado cuidadosamente. La presencia de la muerte en los medios de comunicación está poniendo nerviosa a la gente. La histeria de la supervivencia hace que la sociedad sea tan inhumana. A quien tenemos al lado es un potencial portador del virus y hay que mantenerse a distancia. Los mayores mueren solos en los asilos porque nadie puede visitarles por el riesgo de infección. ¿Esa vida prolongada unos meses es mejor que morir solo? En nuestra histeria por la supervivencia olvidamos por completo lo que es la buena vida. Con la pandemia nos dirigimos hacia un régimen de vigilancia biopolítica. No solo nuestras comunicaciones, sino incluso nuestro cuerpo, nuestro estado de salud se convierten en objetos de vigilancia digital. El choque pandémico hará que la biopolítica digital se consolide a nivel mundial, que con su control y su sistema de vigilancia se apodere de nuestro cuerpo, dará lugar a una sociedad disciplinaria biopolítica en la que también se monitorizará constantemente nuestro estado de salud”.
En México luchamos todos los días por mejorar las condiciones de vida de los más pobres, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador posee una visión centrada y objetiva, él sabe que atrás de los intereses económicos de los conservadores, hay intereses internacionales que siempre han manipulado las condiciones sociales y políticas del país, la historia lo demuestra.
Estamos conscientes que hemos sido un tablero de ajedrez en el juego imperial de los Estados Unidos y Europa.
Parece que hoy, los valores se denigran y predominan por encima de la humanidad los intereses económicos egocentristas.
La presencia de una nueva generación de niñas y niños así como adolescentes, son quienes se enfrentan a una transformación tecnológica y científica, que rebasa toda imaginación y hace posible que la llegada de la Cuarta Revolución Industrial sea inminente, el Internet de todas las cosas así como la inteligencia artificial predominarán por encima de la expectativa de que el ser humano reflexioné más sobre sí mismo.
La fe se desbarata por el pragmatismo y las personas ya no le dan importancia a la dignidad familiar, y menos a la unidad familiar, lo que siempre fortalece el espíritu y nos da seguridad.Ahora pareciera que tener una relación sentimental para formar una familia es un asunto de juego, que en cualquier momento se puede desbaratar