Nuevos retos para empresas socialmente responsables en tiempos de crisis
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La pandemia puso en evidencia la fragilidad y vulnerabilidad de muchas actividades económicas, sociales y, sobre todo, de los servicios de salud. Por eso las empresas socialmente responsables (ESR) tienen nuevos retos en tiempos de crisis: orientar sus esfuerzos a desarrollar proyectos sustentables que partan de una autocrítica objetiva y generar alianzas.
“El reto para las organizaciones (sociales, empresariales y gubernamentales) es ver de una manera objetiva y asertiva los proyectos de responsabilidad, y hacer una mirada introspectiva para saber si lo que estás haciendo entra en estas nuevas características de la responsabilidad, y si no entran, te tienes que deshacer de ellas y transformarlas”, explicó Roberto Adame, director de Responsabilidad Social del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).
Y es que la emergencia sanitaria por el COVID-19 en México y el mundo rompió con los esquemas: se suspendieron clases presenciales en escuelas de todos los niveles, se cancelaron actividades sociales masivas, se cambiaron las formas de trabajo, incluso la vida personal y familiar se vio golpeada por los efectos de la pandemia.
“Fue algo inesperado, si bien hubo programas o proyectos que las empresas venían realizando y sirvieron, por ser algo inesperado y totalmente desconocido para nuestra práctica, nos quedamos chicos en algunas cosas”, señaló Roberto Adame.
Los proyectos de responsabilidad que las empresas habían estado realizando se enfocaban en temas de medio ambiente, asistencia social, también en salud, como entrega de medicamentos, lo que colaboró “un poco a ser un dique contra esta pandemia”.
Pero al romperse el esquema, “nos muestra nuestra gran fragilidad, entonces nuestros proyectos de responsabilidad tienen que ser más objetivos”. Es decir, “no solo asistencial, de apoyar por apoyar, se tiene que exigir rentabilidad, transparencia, rendición de cuentas de todo lo que uno hace para poderlo medir y saber si estamos haciendo bien o mal”, aclaró el director de Responsabilidad Social del Cemefi.
AUTOCRÍTICA Y ALIANZAS
“La responsabilidad tiene un reto de ser más sustentable o sostenible, tiene que ser muy aguda, muy objetiva, muy profunda.
Tienes que ser muy claro en lo que eres como organización, lo que necesitas y lo que debes hacer”, puntualizó Roberto Adame, del Cemefi.
Recomendó quitar la visión edulcorada de la responsabilidad social que tienen las empresas, cuando se busca entregar ayudas asistencialistas, por ejemplo.
La responsabilidad nace de la “irreverencia a lo existente para tener una visión crítica”. En otras palabras, “nos hace falta ser bien críticos. En vez de buscar el mismo impacto de antes, podemos transformar los proyectos” en un ambiente de crisis sanitaria y económica nacional y mundial.
Otro de los retos para las empresas socialmente responsables consiste en generar alianzas, pues el impacto económico ha afectado negativamente a la mayoría: se perdieron muchos empleos y cerraron trabajos.
“La situación al mostrarnos nuestra fragilidad y vulnerabilidad, lo que nos está obligando es que tenemos que ver el camino para poder salir al frente y atender muchas cosas a través de las alianzas, con sentido, con propósito, una alianza objetiva, que busque impactos, que empodere a la gente”, dijo el director de Responsabilidad Social del Cemefi.
‘HOME OFFICE’ Y REGRESO AL TRABAJO
Actividades como el “home office” o trabajo en casa permitieron paliar efectos negativos en la economía de las familias.
Por eso Roberto Adame señaló que la “responsabilidad hoy por hoy ha sufrido cambios, ver nuevas expectativas, nuevas necesidades”.
Por ejemplo, ¿qué ocurrirá el siguiente año?, ¿las empresas están preparadas para un regreso del personal a sus instalaciones?, ¿cómo garantizará la salud de los trabajadores?
Mientras la pandemia continúa su ctwurso y los distintos sectores de la economía se reactivan, a la par que se siguen las medidas de prevención sanitaria, “las empresas tienen que fortalecerse y salir adelante”.
FUENTE: VANGUARDIA
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