Día Mundial del Medio ambiente, entre la reflexión y ¿la acción?
2 minutos de lecturaEl 05 de junio se conmemora el día mundial del medio ambiente, fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la Naturaleza en nuestra vida, desarrollo y bienestar. Todo viene de ahí y por momentos parece olvidarse.
El tema central de este año es la biodiversidad, toma relevancia en un contexto de pandemia, presuntamente originada por una mala gestión de la vida silvestre, devastadores incendios en varias partes del mundo, langostas en África, avispones que matan abejas en América, inundaciones, sequías, entre muchas noticias apocalípticas más.
El actual contexto parece un capítulo de ciencia ficción, pero no es más que el cobro de facturas por años de devastación e indiferencia. Hoy se conjuntan las evidencias fehacientes de lo que sociólogos, economistas, ambientalistas desde décadas atrás han titulado como la primavera silenciosa, la crisis de la modernidad, la sociedad del riesgo global, los límites del crecimiento, nuestro futuro común y el desarrollo sustentable.
¿Qué relación tiene lo que pasa actualmente con la biodiversidad?
La resiliencia de los ecosistemas permite que se adapten y encuentren su equilibrio de manera natural a través de la coexistencia de diferentes especies, ese balance regula también enfermedades. Al irrumpir en los ecosistemas con actividades humanas, se aumentan las posibilidades de que virus y bacterias muten y afecten no sólo a más especies, si no al ser humano también. Se estima que podría haber 1,7 millones de virus desconocidos que podrían dar el salto a la especie humana. Y a mayor devastación ambiental, mayor riesgo para la población.
Aunado a la destrucción del ambiente, el cambio climático aumenta la vulnerabilidad de los ecosistemas al persistir desastres naturales más frecuentes e intensos, causando pérdida de biodiversidad, mutaciones en los procesos de adaptación y con ello aumentando los riesgos de contagios de enfermedades que pueden transmitirse al humano por virus, bacterias, parásitos y hongos. De acuerdo con el informe “Planeta Vivo” de la WWF, las poblaciones de más de 22.000 especies de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios disminuyeron en un 60 % entre 1970 y 2014. La tasa de extinción de especies es de 100 a 1000 veces mayor debido a la actividad humana. Esto simplemente respalda una crónica anunciada de devastación ambiental, con consecuencias aún no medibles, y tal vez ni imaginables, por tanta destrucción ambiental.
Los problemas sanitarios globales que ya enfrentamos y los que seguirán en próximos años, dependen de cómo gestionamos el medio ambiente, cómo preservamos la biodiversidad y cómo tomamos consciencia de que esto no se puede postergar más. Urgen programas de mayor impacto, más fuertes y efectivos sobre gestión de la vida silvestre y preservación de la biodiversidad, porque ahí se sustenta la vida y desarrollo de la humanidad.
FUENTE: VANGUARDIA