El mexicano Fernando Martínez y la migración gastronómica
3 minutos de lecturaPrimero que sepa rico y luego se vea guapo”, así es la filosofía en gastronomía del mexicano Fernando Martínez, chef ejecutivo del restaurante “Migrante”, que abrirá sus puertas próximamente en la colonia Roma de la CDMX.
El chef mexicano, originario de Uruapan, Michoacán, es uno de los jóvenes talentos que más está impulsando la cocina del país en todo el mundo. Llegó a Ciudad de México con 3 años, pero desde entonces ha viajado por toda la República con la mochila al hombro. “Fue una experiencia muy bonita porque me reencontré conmigo mismo. Sin duda, viajar te enriquece en todos los sentidos, si no sabes quien eres, no puedes viajar conscientemente, el viaje es para ir y absorber”, asegura.
Su cocina defiende un nuevo estilo sin perder de vista el producto local y modernizando las técnicas de las cocinas regionales. Así comenzó con su primer proyecto, el restaurante “Yuban”, –tierra viva en zapoteco–, un lugar de cocina mexicana contemporánea que utiliza pocas técnicas sin usar tanta tecnología y donde los ingredientes son los importantes.
Fernando asegura que quiso evolucionar de lo tradicional a algo más propositivo. “Empezó como un concepto cocina casera zapoteca y fui evolucionando la filosofía a algo más global de México, mestizaje de ingredientes y técnicas. Queríamos darle un refresh a la imagen y también nos moveremos a una locación nueva, un lugar para 35-40 comensales donde haya un menú degustación de 9 tiempos”.
El nuevo proyecto del chef Fernando Martínez Zavala para este nuevo año le tiene más que ilusionado. Se llama “Migrante” y podría abrir sus puertas en el segundo semestre del año en la Colonia Roma, en la Calle Chiapas. Un lugar donde tienen cabida todas las culturas del mundo. “No importa de donde sean los comensales, queremos que se sientan como en su casa. Un espacio donde comer rico, tomar buen vino, con productores de primera calidad en cuestión de mar, aves y granja. Y sobre todo un menú amigable con platos y buenas raciones para compartir”, comenta Fernando.
Se trata de un espacio alegre, cosmopolita y nada pretencioso. Con capacidad para 60 personas, será un lugar de reunión amena donde degustar las mejores ostras o el mejor pescado como Lubina, Kampachi, Totoaba, Hamachi, Hiramasa o también tendrás la oportunidad de probar la comida de países como Japón, Grecia, Líbano o España, entre otros muchos. Uno de los elementos destacados del lugar será la mesa del chef, un espacio privado para 12 personas que se utilizará para cenas temáticas o eventos especiales.
Y también funcionará como centro creativo para desarrollar nuevos menús. “La cocina no es estática, siempre está en movimiento. Siempre estamos absorbiendo cosas de gente que viene y las trae, y nosotros hemos aportado muchas cosas al mundo también. Con Migrante queremos ofrecer un espacio donde no te quieras levantar, donde puedas sentarte con gente extraña y establecer conexiones; siempre con un buen plato al centro”, opina el chef.
La decoración del lugar estará a cargo del artista visual Marco Zamudio. El pintor y muralista mexicano creó un espacio con mucha luz y vegetación, con el objetivo de construir un clima cálido para los comensales. Los colores ocres en la fachada y en el interior serán los que predominen, además de usar elementos como la madera.
“Queremos que sea un edificio muy bonito en tonos ocres, con muchas plantas. Desde la escalera se verá todo el interior y afuera del restaurante habrá una estatua en la banqueta que haga referencia a la migración”, finalizó el chef Fernando Martínez. Sin duda, un nuevo lugar que será la sensación de los comensales en la Ciudad de México. Un espacio donde se integran todas las culturas del mundo para disfrutar de un buen vino y comer rico en un ambiente agradable.
FUENTE: EXCELSIOR